Los presidentes de las dos Coreas se reunirán por primera vez tras medio siglo de división
Los máximos líderes de las dos Coreas se reunirán en junio, por primera vez desde que el país se separó hace más de medio siglo, cuando empezaba la guerra fría y se enzarzaron en una guerra, según anunciaron ayer los dos Gobiernos. Kim Dae-jung (Sur) y Kim Jong-il (Norte), los presidentes de dos países que aún están técnicamente en guerra, separados por una frontera que vigilan 37.000 soldados estadounidenses, se reunirán en la capital norcoreana, Pyongyang, entre el 12 y el 14 de junio. La reunificación de familias separadas, la reconciliación y los lazos económicos estarán en la agenda.
"Esperamos que la cumbre suponga el fin de la guerra fría y el punto de partida para crear una nueva historia de reconciliación y cooperación", declaró Park Jae-kyu, ministro surcoreano para la Unificación, al hacer el solemne anuncio de la cumbre. Ésta fue confirmada también por la Agencia Central de Noticias de Corea del Norte, que la calificó como "un encuentro histórico". En un tono inusualmente pacífico, la agencia aseguró que la cumbre "tiene como objetivo acelerar la reconciliación nacional, la unidad, el intercambio y la cooperación, la paz y la reunificación".La cumbre podría desbloquear al fin el último conflicto armado de la guerra fría y podría marcar el inicio del camino hacia la reunificación de una vieja nación que se rompió en dos por las rivalidades ideológicas que dividieron el mundo. El anuncio es, además, un enorme impulso para Kim Dae-jung (Corea del Sur), cuyo partido se enfrentará el jueves a unas difíciles elecciones parlamentarias y cuya popularidad es débil, a pesar de su reputación internacional como mediador de paz. La cita electoral se ha convertido en un virtual referéndum sobre su andadura.
"Parece que Corea del Norte decidió que no podrá entrar en la comunidad internacional sin algún tipo de reconciliación entre las dos Coreas", declaró Park Kie-won, el ministro surcoreano de Cultura y Turismo, que encabezó las negociaciones secretas para acordar la cumbre.
Los planes para celebrar una cumbre en 1994 se rompieron por la muerte del entonces líder norcoreano, Kim Il-sung, quien murió en julio de ese año. Fue sucedido por su hijo, Kim Jong-il. Con discreción, Corea del Norte estableció recientemente relaciones diplomáticas con Italia y volvió a celebrar conversaciones con Japón, por primera vez en muchos años. La cumbre, que fue concertada durante negociaciones secretas celebradas en China el mes pasado, fue anunciada simultáneamente por las dos partes, en un ejemplo de extraordinaria coordinación entre los dos países, cuyos ejércitos aún se enfrentan en el paralelo 38.
Park, el ministro de Cultura y Turismo, relató ayer cómo fue enviado secretamente a Pekín y Shanghai para reunirse con un funcionario norcoreano a primeros de marzo. El 22 de ese mes, dijo, Seúl hizo una propuesta oficial para que hubiera una reunión entre las dos Coreas. La respuesta fue positiva. Y el pasado sábado, él y Song Ho-gyong, vicepresidente del Comité para la Paz de Asia y el Pacífico de Corea del Norte, firmaron el acuerdo de la cumbre, informa Reuters.
La península es considerada por los expertos militares como la región estratégica más peligrosa del mundo. A pesar de la quiebra de su economía, Corea del Norte ha estado desarrollando misiles balísticos de largo alcance y se sospecha que tiene programas de armas nucleares y biológicas. Su economía ha caído un 70% en la última década, según las estimaciones, y al menos 200.000 personas han muerto de hambre en los últimos años. EEUU y Japón acogieron ayer con satisfacción la noticia.
Información elaborada con los servicios de The New York Times y The Washington Post.
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