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La propuesta de creación de otras nueve reservas para las aves sólo cubre el expediente ante la UE

La amenaza de la Unión Europea de una sanción al Estado español y la subsiguiente orden del Ministerio de Medio Ambiente para poner al día las áreas protegidas para las aves han producido sus efectos pero no todos los deseados. El consejero de Medio Ambiente, Fernando Modrego, anunció ayer la ubicación y la extención de las nueve próximas zonas de especial protección para las aves (ZEPA) que pretende crear. Según sus cifras, se pasa del 1,4% (33.103 hectáreas) del territorio valenciano bajo esta figura de protección al 12% (266.049). Un enorme salto, pero no el suficiente para llegar al 31% (731.637 hectáreas) que el Consell debería preservar bajo los criterios científicos de la UE.Toda propuesta de crear nuevos enclaves protegidos es siempre bien recibida por los ecologistas, y así en principio recibieron el anuncio de las nuevas zepas. Sin embargo, la propuesta de enclaves les pareció corta, y aseguraron que sólo sirve para cubrir el expediente por unos meses y evitar una apertura de proceso sancionador ante el tribunal de Luxemburgo.

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Según los criterios de la UE, los estados miembros han de preservar como ZEPA todas las zonas incluidas como áreas importantes para las aves (IBA, en sus siglas en inglés) en un inventario científico elaborado por SEO-Birdlife. A fecha de hoy, el Consell ha preservado como zepas nueve de las 21 ibas valencianas, pero en su mayoría son las más fáciles de declarar (por ser ya parques naturales) y las más pequeñas (a excepción de L'Albufera). De ahí el exiguo 1,41% protegido.

Así, ante el posible tirón de orejas de la UE, anunciado a España en enero, y con las prisas impuestas desde el ministerio, y ayer reconocidas por el propio Modrego, antes de verano hay que responder a Bruselas con un sustancial incremento de las reservas para aves.

La propuesta de Modrego, que según dijo sólo era "un primer paso", es a primera vista sustancial. Se duplica el número de zepas (de 9 a 18) y se multiplica por seis su superficie (de 445 kilómetros cuadrados a 2.775). Pero según los ecologistas tiene truco. En general, se proponen zonas que o bien ya están protegidas bajo otras figuras o lo estarán en breve, como la Sierra de Espadán (IBA de 59.400 hectáreas reducida a una ZEPA de 31.023), la de Calderona (que ni figura entre las ibas), la isla de Tabarca y las sierras de Mariola y la Font Roja (que formarán una sola ZEPA de 19.757 hectáreas cuando la IBA correspondiente abarca 52.500). Y se vuelve a apostar sobre seguro con zonas sin problemas de usos agrícolas o de propiedad, es decir no problemáticas, como la Desembocadura del Mijares, que es dominio público hidráulico, o los montes de utilidad pública. Igualmente, la IBA de Penyagolosa, de 63.200 hectáreas, se reduce a 28.310 hectáreas. Y hasta se propone como nueva ZEPA la isla de Tabarca, que pertenece a la una IBA parcialmente consolidada, la de las Islas de Alicante. Modrego vuelve a convertir así una IBA en dos zepas.

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