Médicos y enfermeras

En la edición del pasado viernes día 31 del periódico por usted dirigido incluyen, a lo largo de un artículo de la sección Internacional, el siguiente enunciado, que transcribo literalmente: La delegación estaría compuesta por tres pedagogos, tres psicólogos, dos psiquiatras infantiles, seis médicos (endocrinólogos, pediatras, enfermeras).No puede menos que llamarme poderosamente la atención el hecho de que al referirse a médicos incluyan al colectivo de enfermería, mientras que, unas palabras antes, se encuentran excluidos de tal calificativo los psiquiatras, que, ellos sí, son licenciados en medicina.

Esto responde a una tendencia social general, que cristaliza en los medios de masas, de considerar a los profesionales enfermeros como una especie de minimédicos, sin concederles una identidad de profesión propia que poseen hace tiempo. A ello colabora el propio sistema español, al continuar negando la licenciatura a una disciplina universitaria que realmente necesita esa modificación ya. (En la actualidad, la enfermería es una diplomatura universitaria, de tres años, en los que se comprimen unos conocimientos teóricos y prácticos en un lapso temporal excesivamente pequeño).

Baste señalar que en la práctica totalidad de los países considerados como punteros y con los medios más avanzados en materia sanitaria (Estados Unidos, Reino Unido, Canadá), la licenciatura de enfermería es una realidad hace tiempo.

Quisiera llamar la atención sobre estos colectivos que, si bien coinciden habitualmente en sus ámbitos de trabajo, son profesiones separadas y, sobre todo, sin la relación de subordinación histórica que, aun hoy, arrastramos. La enfermería no es la carrera técnica de la medicina, sino una disciplina con un cuerpo de conocimientos y un desarrollo profesional propios.

Del mismo modo le rogaría que, para evitar confusiones, otorgara a cada profesional la denominación que le corresponde, evitando unas incorrecciones demasiado habituales. De este modo consolidaremos las relaciones horizontales entre profesionales sanitarios, en detrimento de una verticalidad desfasada para nuestros días.-