Ventaja de Fujimori en las presidenciales de Perú, según los primeros recuentos oficiosos
El fenómeno Toledo llegó a las urnas, pero en la madrugada de hoy no se conocía el alcance de su efecto. Alejandro Toledo, el candidato que hace tres meses estaba en el fondo de la tabla de posiciones, se perfilaba como el máximo favorito para la presidencia de Perú, según indicaban los sondeos a pie de urna de las elecciones generales celebradas ayer. Sin embargo, en unas horas todo cambió y los datos que resultan de extrapolar los primeros recuentos daban como ganador al presidente Alberto Fujimori. En todo caso, ninguno de los dos obtendría más del 50%, por lo que tendrán que competir en una segunda vuelta.
A media tarde en Perú, con los sondeos a pie de urna en la mano, un precipitado candidato opositor convocó una primera conferencia de prensa en la que calificó los datos de los sondeos de "alentadores", dijo que su gobierno no sería "de revancha ni de persecución, firme en sus convicciones y respetuoso con la ley" y aseguró que hubo muchas irregularidades: "Ahora no quiero hablar de eso". En la calle, decenas de miles de simpatizantes de Toledo empezaron a congregarse para cantar victoria por anticipado y exigir el "juicio a Montesinos ".Esas encuestas atribuían a Toledo entre el 45,2% y el 48,5% de los votos, frente a una horquilla de entre 42,7% y 43,6% para Fujimori. Los otros siete candidatos presidenciales quedan por debajo del 5% de los votos, según los mismos sondeos. Para el Congreso unicameral, la agrupación oficialista Perú 2000 perdería la mayoría y se quedaría en el 35,7%, que le daría en torno a 44 escaños, por delante del 23,4% de Perú Posible de Toledo, que equivaldría a 29. La Cámara tiene 120 congresistas.
Pero a Toledo se le puede amargar la fiesta, porque encuestas posteriores, filtradas en la madrugada de hoy y realizadas en base a los primeros recuentos de votos válidos, daban la victoria a Fujimori por casi cinco puntos de diferencia (47,7% a 43%). Esos datos dejarían al actual presidente a menos de tres puntos de lograr su tercer mandato sin necesidad de una segunda vuelta electoral. Los rumores circulaban por Lima y el giro en la proyección de resultados no hacía más que alimentar los temores a un fraude electoral.
La organización Transparencia, encargada de velar por la limpieza de los comicios, denunció diversas irregularidades como la adulteración de papeletas de votación de las que se había eliminado la casilla de Perú Posible; deficiencias del proceso electrónico de recuento, susceptible de ser interferido; la existencia de cajas con papeletas marcadas de antemano a favor de la candidatura de Fujimori; dificultades sufridas por los observadores; actos de proselitismo en plena jornada electoral, y hostigamiento a apoderados de las agrupaciones políticas opositoras.
Un fraude burdo
Faltaban casi cuatro horas para el cierre de los colegios electorales cuando Toledo acudió a votar acompañado de su esposa y asesora, Eliane Karp, y su hija Shantall. El principal adversario de Fujimori aprovechó para calentar el ambiente y lanzar la primera acusación. "En un colegio de Jesús María han sido entregadas cédulas sin el logo de Perú Posible . En la Universidad de Ricardo Palma también se han distribuido estas papeletas. Esto es un fraude burdo", dijo Toledo.
Minutos antes de que Toledo lanzara su primera andanada, Fujimori votó en la escuela de Bellas Artes de Lima, acompañado de dos de sus hijas. Entre gritos de "Chino presidente", tomó un megáfono y contestó durante 20 minutos las preguntas de los periodistas. Relajado y de excelente humor -"me siento bien, mi hija me puso el ritmo del chino para despertarme"- el presidente-candidato descartó toda posibilidad de fraude y afirmó que "siempre se ha demostrado en Perú que ha habido elecciones limpias y transparentes". Fue una conferencia de prensa improvisada, comentaban en círculos del presidente, aunque nadie explicó de dónde salió el megáfono.
La Oficina Nacional de Procesos Electorales (ONPE) anunció que a las 11 de la noche, hora de Perú (5 de la madrugada de hoy en la España peninsular), estaría escrutado el 15% de los votos.
Catorce millones y medio de ciudadanos habían sido convocados a las urnas para elegir al presidente de la República de los próximos cinco años, entre un total de nueve candidaturas, y los 120 parlamentarios que conforman el Congreso unicameral, entre 1.200 candidatos repartidos en 10 listas. El voto es obligatorio en Perú. No hacerlo implica una multa equivalente a un cuarto del salario mínimo.
Desde hace un mes, la campaña demostró que las elecciones eran cosa de dos, Fujimori y Toledo. A pesar de que más del 69% de la población cree que va a haber fraude, ninguno de los candidatos planteó retirarse de las elecciones.
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