Corredor de doble pista

"Que no se preocupen. Yo corro todos los días siete kilómetros y tengo tiempo y capacidad para llevar la presidencia de la Junta de Andalucía y la de la comisión política del PSOE". De esta manera despachó Manuel Chaves el pasado 23 de marzo las críticas lanzadas desde el Partido Popular a su doble trabajo al frente de la gestora socialista y del Gobierno andaluz. Desde la misma noche del 12 de marzo, Chaves no ha tenido tiempo para saborear su cuarto triunfo consecutivo en las elecciones autonómicas y se ha dedicado de lleno a intentar poner orden en la dirección federal de su partido y a los asuntos para el que lo han elegido de nuevo los andaluces.La doble vida de Manuel Chaves como líder de la dirección provisional del PSOE y de la Junta de Andalucía en funciones la está llevando de la única manera posible: más horas de trabajo y descargando en su círculo de confianza más tarea.

El dirigente socialista ha recurrido al secretario de Organización en el PSOE de Andalucía, Luis Pizarro, para los temas federales los cuales son, hoy por hoy, sinónimos de confictos. De lunes a miércoles, Pizarro vive en la madrileña sede de Ferraz, de jueves a viernes en la sevillana de San Vicente, con idea y vuelta de noche a Cádiz. La prioridad de su agenda es la crisis de los socialistas valencianos y como meta tiene la organización del congreso federal del mes de julio.

A Chaves no se le puede, al menos por el momento, reprochar que se dedique más a sus encargos federales que autonómicos, ya que, como precisa un dirigente, el ritmo institucional no lo ha marcado él, sino la constitución del Parlamento. El presidente andaluz ha intervenido como líder bifronte del PSOE en las primeras reuniones, que se celebraron con 24 horas de diferencia, de los dos grupos parlamentarios, el del Congreso y del Parlamento andaluz, con discursos distintos pero complementarios.

Ante los andaluces, Chaves no hizo mención de la crisis federal y únicamente en el comité director celebrado el pasado 31 de marzo les pidió su apoyo "como presidente de la comisión política" por la situación "bastante compleja y difícil" por la que atraviesa el PSOE. En este foro, Chaves hizo un análisis autocrítico de los resultados conseguidos en Andalucía, anunciado cambios en el partido y en el Gobierno, mientras que ante el grupo en el Congreso dio por terminado el periodo de "autoflagelación" y pidió a los diputados que sean "la punta de lanza" de la oposición del PSOE.

Visita al Rey

Pese a los matices, no hay un doble mensaje en sus intervenciones, toda vez que ambos discursos responden a lo desarrollado por el Gobierno regional y el PSOE de Andalucía en la pasada legislatura, en la que se combinó la oposición al Ejecutivo de José María Aznar -con reivindicaciones como el censo de población o el rechazo al sistema de financiación- y las políticas propias -subida de las pensiones no contributivas, pago de medicamentos excluidos de la seguridad social, jornada de 35 horas en la Administración- con las que se puso en un brete a los distintos ministerios.

Las críticas internas a la doble acumulación de cargos son por ahora inexistentes. Es más, se puede apreciar una cierta sensación de orgullo en la federación andaluza de que sea su líder y su equipo el que tenga que pilotar la transición en el PSOE. Tampoco nadie ve inconvenientes en que sea Chaves el que vaya a las consultas con el Rey para la formación del Gobierno de la nación, aunque es una situación inédita.

Pese a los informes jurídicos que avalan este hecho, nunca un presidente de comunidad y a la vez líder de su formación ha ido a la Zarzuela a cubrir ese trámite y en el caso de Convergència i Unió siempre ha sido el portavoz parlamentario de turno el que ha ido a las consultas con el Rey en vez del líder de esa fomación y presidente de la Generalitat, Jordi Pujol.

Aunque los miembros de la comisión política se han pronunciado a favor de que Chaves sea el que, en calidad de líder del PSOE, acuda a esa cita, el presidente andaluz no ha tomado todavía una decisión definitiva y sopesa si ese paso puede generar problemas.

Otra situación excepcional se daría si Aznar tuviera que convocar a los líderes nacionales para cuestiones de Estado antes del congreso de julio. Chaves acudirá en calidad de máxima autoridad del PSOE, aun cuando el presidente del Gobierno se ha negado a recibirlo como presidente de Andalucía en la pasada legislatura.