Garaikoetxea acusa a UPN de querer convertir el euskera en Navarra en el idioma de "una reserva india"

El portavoz de Eusko Alkartasuna (EA) en el Parlamento vasco, Carlos Garaikoetxea, arremetió ayer contra los planes del presidente navarro, Miguel Sanz, de cambiar en un sentido restrictivo la ley foral del Vascuence y consideró que UPN, partido en el Gobierno en Navarra, quiere convertir al euskera en el idioma de "una reserva india".Garaikoetxea opinó en rueda de prensa que tras las declaraciones de Sanz existe "una clara intencionalidad política" y "una ignorancia supina". Para el dirigente de EA, los dirigentes regionalistas "temen que la recuperación del euskera conlleve la recuperación de la conciencia de una identidad". "Quieren que el euskera sea el idioma de una reserva india, están felices con la regresión histórica, con encender odios y enfrentamientos", agregó el ex lehendakari.

Por su parte, la presidenta de EA y portavoz de su partido en la Cámara navarra, Begoña Errazti, opinó que las declaraciones de Sanz "no son fruto de un calentón". "Son algo preparado, es una campaña orquestada, se aprovecha el viaje mezclando euskera y lo que haga falta, se está yendo contra la identidad navarra, contra la riqueza que tenemos en esta comunidad, contra la opinión mayoritaria de la ciudadanía", dijo.

EA apuesta por cambiar la actual normativa "pero a mejor, no a peor". Por ello, defiende la supresión de la actual zonificación, de forma que el euskera y el castellano sean cooficiales en toda Navarra. Errazti acusó a UPN de "ir contra la ciudadanía" y de tratar de "homogeneizar" la sociedad navarra.

También recibió Sanz las críticas del PNV, cuyo presidente en en Navarra, José Antonio Urbiola, señaló en un comunicado que UPN "no asume el euskera como idioma propio y patrimonio cultural de todos los navarros" y por ello "lo politiza e intenta quitarle oxígeno en cualquiera de los ámbitos donde puede desarrollarse".

Urbiola agregó que "son los euskaldunes quienes llevan años de marginación en Navarra y no los castellanohablantes, como pretende hacer creer el presidente Sanz".