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El BNG se acoge al precedente de Coalición Canaria para forzar la constitución de su grupo

Javier Casqueiro

El Bloque Nacionalista Galego, con tres diputados, no se resigna a quedarse sin grupo parlamentario en la VII Legislatura. Formalmente, necesitaría cinco escaños para disfrutar de ese beneficio y Convergència Democrática de Catalunya y PNV han adelantado que les prestarían los dos diputados que les faltan. La nueva presidenta del Congreso, Luisa Fernanda Rudi, se agarró ayer, en su primera comparecencia tras ser elegida, a los argumentos del PP para aventurar que, según "los precedentes" y el Reglamento de la Cámara, le parecía "muy claro" que el BNG no tendrá ese derecho. Matizó que resolverá el asunto la nueva Mesa del Congreso, aunque no hoy.Pero en la Cámara "hay antecedentes de casi todo", como admitió ayer Rudi. El artículo al que se agarra el PP para bloquear las pretensiones del BNG, el 23 del Reglamento, señala que "podrán constituirse en grupo los diputados de una o varias formaciones políticas que", aún sin reunir el mínimo de 15 exigido en principio, "hubieren obtenido un número de escaños no inferior a cinco y, al menos, el 15% de los votos en las circunscripciones en que se hubieren presentado". El punto dos de ese artículo especifica que "en ningún caso pueden constituir grupo separado diputados que pertenezcan a un mismo partido" o que en las elecciones pertenecieran a partidos "que no se hayan enfrentado ante el electorado".

El PP sostiene que el BNG ni tiene cinco diputados ni los miembros de CDC o PNV pueden dividirse en grupos. Y razona que el apoyo de sus tres diputados de Unión del Pueblo Navarro a los cuatro de Coalición Canaria para formar su grupo no entra en esas incompatibilidades porque UPN sí tiene personalidad ajena al PP en esa comunidad, aunque allí los populares ni se presentan a las elecciones.

Francisco Rodríguez, el portavoz del BNG, recabó ayer "precedentes" al respecto en el Congreso y concluyó que su formación, con el 18,5% de los votos en Galicia, debería tener tantas posibilidades como CC. Denunció que lo contrario sería "un agravio comparativo" y un ataque al pluralismo por el "rodillo" del PP.

En el acta de la Mesa del Congreso del martes 9 de abril de 1996, cuando se planteó esa discusión la legislatura pasada también para el caso de CC, las opciones quedaron muy abiertas, a pesar de que todos los partidos estaban a favor de que ese partido tuviese grupo. El entonces secretario general de la Cámara, Ignacio Astarloa, suscitó las dudas de los políticos (ninguna en el representante del PP, Enrique Fernández Miranda) sobre la interpretación de esos artículos.

El alto funcionario admitía que una "interpretación literal cerraría el paso" a la formación del grupo para CC. Y señalaba que "una interpretación de carácter finalista" de la "cesión" o "el préstamo" de diputados "podría permitirla". Los tres miembros socialistas de la Mesa reclamaron y votaron pedir más informes jurídicos para aclarar esas dudas. El PP no. Quería congraciar a sus socios. Le apoyó CiU.

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Sobre la firma

Javier Casqueiro
Es corresponsal político de EL PAÍS, donde lleva más de 30 años especializado en este tipo de información con distintas responsabilidades. Fue corresponsal diplomático, vivió en Washington y Rabat, se encargó del área Nacional en Cuatro y CNN+. Y en la prehistoria trabajó seis años en La Voz de Galicia. Colabora en tertulias de radio y televisión.

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