Clinton y Gates ensalzan la 'nueva economía' vinculada a la industria informática e Internet
El presidente de la Reserva Federal de EEUU, Alan Greenspan, en una conferencia sobre la nueva economía que le reunió en la Casa Blanca con Bill Clinton y Bill Gates, los grandes rivales en el caso Microsoft, lanzó ayer una velada advertencia sobre la excesiva cotización bursátil que han alcanzado los valores de las empresas de alta tecnología. Según Greenspan, "la historia juzgará" si ese entusiasmo, que ha comenzado a desfallecer en las últimas semanas , es "premonición" o "un puro deseo". Clinton y Gates coincidieron en alabar la nueva economía basada en la informática e Internet.
Bill Clinton, el anfitrión de la conferencia, optó por no pronunciarse sobre asuntos cotidianos como el caso Microsoft o la caída de los valores tecnológicos del índice Nasdaq. El presidente de EE UU se centró en el cuadro global y afirmó que la expansión de los ordenadores y el uso de Internet son las claves de una transformación económica en marcha, que "puede sacar a más gente de la pobreza más rápidamente que en cualquier otro periodo de la Historia".El presidente de la Reserva Federal, equivalente estadounidense del banco central, rechazó las acusaciones de que su política sea contraria a Wall Street y la fiebre por la inversión bursátil de los últimos años. Pero añadió que sigue preocupado por la extraordinaria demanda interna que caracteriza al actual ciclo económico norteamericano, lo que fue interpretado como una señal de que la Reserva Federal continuará en los próximos meses su política de gradual incremento de los tipos de interés que inició el pasado año.
Los altibajos de Wall Street, que el martes vivió una de las jornadas más volátiles de su historia, no afectarán a la voluntad de la Reserva Federal de impedir el recalentamiento económico y mantener bajo control la inflación, señaló Greenspan. El presidente de la Reserva Federal precisó que los altos precios del petróleo de los últimos tiempos no han reactivado todavía el fantasma inflacionista en EE UU, pero añadió que ese fenómeno "debe ser vigilado estrechamente".
Wall Street no prestó particular atención a esos comentarios de Greenspan en la Casa Blanca. Los inversores y analistas norteamericanos ya dan por supuesto que la Reserva Federal volverá a subir el próximo mayo un cuarto de punto su principal tipo de interés. Sería la sexta subida de ese calibre desde que ese organismo comenzó, el pasado junio, a encarecer paulatinamente el precio del dólar.
Mientras los comentarios de Greenspan fueron esencialmente de técnica financiera, Clinton, que había convocado la conferencia sobre la nueva economía antes de que el juez Thomas Penfield Jackson emitiera su veredicto declarando a Microsoft un monopolio en situación ilegal, prefirió poner el acento en los aspectos positivos de la revolución digital. "Yo creo", dijo el presidente de Estado Unidos, "que los ordenadores e Internet nos dan la oportunidad de sacar a más gente de la pobreza y más rápidamente que en cualquier otro periodo de la historia humana".
"No debemos subestimar el poder de la nueva economía para ayudar a la gente a realizar sus sueños en cualquier parte", añadió Clinton. El presidente citó un ejemplo de su reciente visita por el sur de Asia, donde dijo pudo comprobar cómo la telefonía móvil e Internet están cambiando la vida de aldeas rurales hasta ahora muy atrasadas. Clinton reiteró que la revolución digital es uno de los grandes motores del excepcional crecimiento económico norteamericano que ha caracterizado su paso por la Casa Blanca.
Entusiasmo
Bill Gates, que fue acogido de modo muy cálido por Clinton, pese al pulso de gigantes que sostienen el Gobierno de EE UU y Microsoft, también consideró lo más elegante no aludir a los acontecimientos de los últimos días.
El cofundador y líder de Microsoft habló con entusiasmo de las innovaciones tecnológicas que se producirán pronto, como los ordenadores que pueden leer y aprender. "La magia acaba de empezar, lo mejor está aún por venir", dijo Gates, que el pasado año abandonó la gestión diaria de su empresa para concentrarse en el desarrollo de nuevos programas informáticos.
Ese espíritu de optimismo ante las posibilidades de la informática y el ciberespacio dominó la conferencia sobre nueva economía de la Casa Blanca, con muchos de los participantes señalando que la revolución digital abre un nuevo paradigma económico.
"Estamos en los comienzos de una nueva economía, que está empezando a volver a escribir las reglas de los negocios, el crecimiento y los ciclos económicos", dijo Robert Altman, ex secretario del Tesoro de EE UU. "La nueva economía es real y es impresionante", coincidió William Nordhaus, profesor de Economía de la Universidad de Yale. Nordhaus añadió con cautela: "Pero no debemos dejar que nuble nuestro buen juicio".
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