Las dos primeras líneas del metro de Sevilla comenzarán a construirse el próximo año

El Consejo de Administración de la Sociedad del Metro de Sevilla aprobó ayer las bases del Plan del suburbano de la capital andaluza. El proyecto establece una red de cuatro líneas, de las que dos, una subterránea y otra de superficie, comenzarán a construirse a la vez el próximo año. Más tarde los ciudadanos decidirán qué modalidad se desarrolla en el resto de la ciudad. Tanto el presidente, Alejandro Rojas-Marcos (PA), como el vicepresidente de la Sociedad, Francisco Vallejo (PSOE), enmarcaron el plan en un "acuerdo político" que acaba con años de desencuentros entre la Junta y el Consistorio sevillano.

Han transcurrido 25 años desde la aprobación de la Ley del Metro de Sevilla, por lo que el vicepresidente de la Sociedad del Metro y Consejero de Obras Públicas en funciones, Francisco Vallejo, comentó que tras el "acuerdo político" adoptado en el Consejo de Administración de la Sociedad "acaba una etapa de desencuentros entre la Junta y el Ayuntamiento sevillano".El presidente de la Sociedad del Metro y concejal del Consistorio sevillano, Alejandro Rojas-Marcos, explicó que el metro será "ligero, es decir con poca capacidad, con trenes de dos a cuatro coches" y de "plataforma baja para facilitar el acceso".

La red contará con cuatro líneas: La 1 cruzará la ciudad de este a oeste desde la Universidad Pablo de Olavide al Parque de los Príncipes; la línea 2 recorrerá Sevilla, también de este a oeste, pero desde Sevilla Este/Aeropuerto a Triana; la línea 3 enlazará el norte de la ciudad con el sur desde Pino Montano a Los Bermejales y la línea 4, la única circular, enlazará como un anillo transversal Tablada, la Isla de la Cartuja y la Ronda del Tamarguillo.

El sistema tendrá conexiones con la estación de trenes de Santa Justa, el aeropuerto, las estaciones de Cercanías de Renfe, los aparcamientos de la ciudad, y a más largo plazo con la corona metropolitana de Sevilla. El trazado del Metro, cuando sea de superficie, tendrá prioridad de paso en los puntos conflictivos. En la Parcela de La Plata se construirá las cocheras y el puesto central de control y mando.

Vallejo explicó que en 2001 comenzará la construcción simultánea de la mitad del itinerario de las líneas 1 y 2, una vez que se haya realizado el estudio de impacto medioambiental y la Administración central dé el visto bueno al proyecto. La primera fase de la línea 1 será subterránea, unirá la Universidad Pablo de Olavide con el Prado de San Sebastián y utilizará en parte de su recorrido el túnel ya existente realizado en un intento anterior de poner en marcha del suburbano en Sevilla. Mientras, la primera parte de la línea 2 será de superficie y prestará servicio desde el Parque Alcosa a la Ronda de Tamarguillo, donde se unirá a la línea 1, para terminar en la estación de Santa Justa.

La idea de los responsables de la Sociedad es que, una vez en funcionamiento el metro, sean los ciudadanos los que elijan la modalidad, de superficie o subterráneo, que se desarrolle en el resto de la ciudad. El tipo de metro en el centro histórico de Sevilla, el principal punto de distanciamiento entre socialistas (de superficie) y andalucistas (subterráneo) no fue desvelado por los responsables de la sociedad, que relegaron cualquier discusión al desarrollo posterior del Plan.

Ni Rojas-Marcos ni Vallejo concretaron las cifras del presupuesto ni especificaron el número de kilómetros que recorrerán cada línea, ya que aún no está determinado. En cuanto a la participación del Gobierno central los responsables de la Sociedad anunció que aún no habían dado muestras de querer participar en la construcción del metro de Sevilla.