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Detenido un joven pamplonés que se hacía pasar por sacerdote

Caminaba el pasado 1 de abril por la calle Jarauta de Pamplona, muy cerca del barrio chino de la capital navarra, cuando los guardias civiles de paisano que seguían sus pasos lo detuvieron. La detención del joven A.M.G, de 24 años de edad, natural de Pamplona, no se debió a ningún delito relacionado con la delincuencia habitual. Los agentes actuaron contra él ejecutando una orden procedente de Cuenca, una de las provincias en las que A.M.G. se ha hecho pasar fraudulentamente en los últimos años por sacerdote sin serlo. Ha dicho misas e impartido sacramentos en parroquias rurales y numerosos conventos de monjas y religiosas.PASA A LA PÁGINA 6

El joven impostor está acusado de un delito de intrusismo

VIENE DE LA PÁGINA 1 La jerarquía eclesiástica de Navarra ya conocía las andanzas del joven navarro y el propio arzobispo de Pamplona, Fernando Sebastián, llegó a difundir tiempo atrás una carta dirigida a todas las diócesis de España advirtiendo del fraude al que este joven estudiante de Teología en la Universidad de Navarra se dedicaba: la de presentarse como sacerdote y ejercer como tal sin haber sido ordenado. El arzobispo llegó a entrevistarse con él y le rogó que cejara en su lesiva actitud. No obstante, prosiguió con su particular farsa y su detención no ha evitado que sacerdotes, religiosas y miles de fieles de las provincias de Madrid, Cuenca, Toledo, Santander, y Logroño, entre otras, hayan sido engañados en los últimos años por el verbo fácil y la sutil inteligencia de este falso cura pamplonés, que ha dicho misas e impartido sacramentos en parroquias rurales y numerosos conventos de monjas y religiosas realizando sustituciones.

Acusado de un delito de intrusismo, el joven quedó en libertad tras prestar declaración judicial. La aplicación estricta del derecho canónico podría acarrearle incluso la excomunión por su atrevimiento y el daño moral y legal que ha podido causar su actuación y que se está investigando en estos momentos.

Seminarista asustado

Tras estudiar teología en la Universidad privada de Navarra, A.M.G. intentó ingresar en el Seminario Diocesano de Pamplona, pero no lo consiguió. Perteneció a los grupos de pastoral universitaria y durante varios años colaboró estrechamente con la parroquia pamplonesa de San Saturnino, cuyo párroco aceptó la ayuda de aquel chico un tanto peculiar debido, entre otras cosas, a sus buenas dotes como organista y al hecho de ser un eficaz conocedor de los entresijos de la informática. Más tarde desapareció.

Tiempo después, cuando un sacerdote pamplonés acudió a Toledo y un compañero le informó de que acababan de concelebrar una misa con aquel joven cura recién ordenado en Navarra, se descubrió el engaño. No había tal cura. Se investigó y se descubrió que había recorrido media España alojándose en conventos y recintos religiosos, preferentemente de monjas, haciéndose pasar por sacerdote. Daba misa e impartía sacramentos ganándose la confianza de los párrocos y comunidades. "No sabemos si la detención obedece a algo más que a un simple delito de intrusismo", indicó ayer un portavoz del Arzobispado de Pamplona, que señaló que desconocían si el falso sacerdote ha sido denunciado por algún delito más.

Quienes le conocen, aseguran que el falso cura padeció problemas psicológicos tras algunos sucesos familiares que le trastornaron. Cuando fue detenido, no opuso resistencia. Vestía como cualquier joven de su edad. No obstante, en su periplo español, A.M.G. lucía sotanas y ropa de sacerdote. En Navarra, donde todo el mundo le conocía, recobraba su imagen real, la de un frustrado aspirante al sacerdocio que no quiso resignarse a su suerte.

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