El Gobierno de Italia resta importancia al 'caso Pappalardo'

El ministro italiano de Defensa, Sergio Mattarella, aseguró ayer en el Senado que ni el Gobierno de centro-izquierda ni el comando del Arma de Carabineros conocían con anterioridad a su difusión por la prensa el documento "golpista" del coronel Antonio Pappalardo, en el que se critica el sistema de partidos y se anima a los carabineros a dar su contribución a la formación de "un nuevo Estado" y a renovar la sociedad. Mattarella condenó el documento pero, aseguró, "la democracia italiana no está en peligro". Según el ministro de Defensa (miembro del democristiano Partido Popular), la cúpula del Arma de Carabineros y el Gobierno tuvieron noticia del documento el 29 de marzo. Lo sorprendente es que el voluminoso informe redactado por Pappalardo figuraba en numerosos cuarteles de carabineros desde el 17 de enero pasado, sin que ningún miembro del Arma se hubiera sorprendido por su contenido, ni hubiera, aparentemente, informado al mando. Dado que Pappalardo era, además (hasta el viernes, cuando dimitió), presidente del principal sindicato del Arma (Cocer), el texto por él firmado tenía un alcance mayor.

Ayer, en una entrevista concedida a un diario de Roma, Pappalardo insistía en ser el único autor del informe, en un intento de acallar las voces que le señalan como un mero chivo expiatorio en una operación más amplia. La prensa no ha dejado de especular con la hipótesis de que detrás de Pappalardo se esconde un sector del Arma de Carabineros descontento con la política del actual Gobierno. El ex presidente del Cocer había mantenido en los últimos meses frecuentes contactos con la presidencia del Gobierno y hasta con el primer ministro, Massimo D'Alema. Al destaparse el documento, calificado por la práctica totalidad de los políticos italianos de "golpista" y "subversivo", el Ejecutivo ha quedado en una delicada posición.

La intervención del ministro de Defensa no satisfizo ni siquiera a alguno de los partidos que integran la mayoría de Gobierno, como el PdCI (Partido de los Comunistas Italianos), cuyo portavoz en el Senado encontró "burocráticas" y escasamente clarificadoras las explicaciones de Mattarella.