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Álvarez Cascos prosigue con sus clases de periodismo

Javier Casqueiro

Junto a José María Aznar y Manuel Fraga, la presencia más notable del acto de ayer en Sevilla la protagonizó el vicepresidente primero del Gobierno en funciones, Francisco Álvarez Cascos. Hace 10 años Cascos era el secretario general del Partido Popular que Fraga le legó a Aznar para llevar las riendas del partido. No se conocían mucho ni se llevaban muy bien. Había una desconfianza mutua. El tiempo y el trabajo férreo de Cascos acabaron por superar ese contratiempo. Hasta el XIII Congreso Nacional del PP, hace un año, en el que Cascos fue la pieza que se cobró la renovación hacia el centro reformista.El futuro de Álvarez Cascos ahora está por escribir. Él, por si acaso, profundiza en sus actos públicos en el análisis de los titulares periodísticos, línea que ya emprendió tras la crisis que desató en Asturias al enfrentarse al entonces presidente autonómico de su partido, Sergio Marqués. Ayer el vicepresidente primero del Gobierno en funciones fue fiel a ese perfil de profesor de periodismo e improvisó una nueva lección de cómo debe cubrirse un congreso del PP y especialmente el de hace 10 años.

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Reseñó ante los presentes algunas informaciones publicadas entonces para destacar que le gustaban las enfocadas bajo titulares como "Fraga entrega el testigo del PP a su ahijado político, Aznar", de La Vanguardia; "Fraga se despide como presidente del PP con un llamamiento a la unidad en torno a Aznar", de Diario 16; y los títulos de Abc, "La alternativa al PSOE se pone en marcha", "El camino del centro a La Moncloa", y el de una entrevista de Aznar en ese mismo periódico: "Estoy dispuesto a ganar; resistir no me interesa nada".

Romper moldes

Pero a Álvarez Cascos lo que más le agradó de todo fue una portada gráfica de Diario 16 en la que se ve una ilustración de "Aznar vestido de torero novel, con enorme desparpajo, tomando la alternativa y dispuesto a comerse la plaza y rompiendo moldes". Cascos no sabe aún discernir si fue un "duende genial de la imprenta" o el propósito del autor de la viñeta que Aznar rompiese incluso los moldes de la tauromaquia clásica al presentarse en ese lance con la muleta en la mano derecha y el estoque en la izquierda, en contra de lo que manda la ortodoxia taurina.

Entusiasta, Álvarez Cascos, que previamente había advertido de los peligros de la autocomplacencia y abogado por la autoexigencia, finalizó con una llamada a seguir esa senda revolucionaria que inició hace una década Aznar "sin disculpas ni justificaciones previas". "Hoy, diez años después, somos el futuro, querido presidente. Sigamos rompiendo los moldes que hagan falta, los que queden por romper, y entre todos, a la orden de nuestro líder, sigamos haciendo política con mayúscula desde el Gobierno".

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Sobre la firma

Javier Casqueiro
Es corresponsal político de EL PAÍS, donde lleva más de 30 años especializado en este tipo de información con distintas responsabilidades. Fue corresponsal diplomático, vivió en Washington y Rabat, se encargó del área Nacional en Cuatro y CNN+. Y en la prehistoria trabajó seis años en La Voz de Galicia. Colabora en tertulias de radio y televisión.

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