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Entrevista:RAFAEL DÍEZ USABIAGASECRETARIO GENERAL DE LAB

"El PNV sabe que el fin de la lucha armada está también en sus manos"

Los sindicatos nacionalistas vascos siempre han jugado a medio camino entre la "construcción nacional" y la lucha por los trabajadores. Rafael Díez Usabiaga, secretario general de LAB, comparte esta dualidad al llevar 20 años al frente de la central de la izquierda abertzale y ser parlamentario de EH. Nacido en Lasarte (Guipúzcoa) hace 43 años, desde los 18 milita en la izquierda vasca. Los días 7 y 8 próximos dirigirá el quinto congreso de LAB, que acaba de cumplir su 25 aniversario. Pregunta. En las tres ponencias de su congreso se habla mucho de soberanía. ¿Es tan importante?

Respuesta. La soberanía es una reivindicación que no va contra nadie, sino que va en beneficio de todos y específicamente de las reivindicaciones de los trabajadores vascos. Todos cabemos.

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P. La alianza con ELA [el primer sindicato vasco y nacionalis-ta] creó un bloque sindical nacionalista que se ha trasladado a la política. ¿Hay riesgo de trasladar a la sociedad la fractura entre nacionalistas y no nacionalistas?

R. Es una tendencia que se está potenciando de manera artificial. Cuando planteamos la unidad de acción sindical no lo hacemos con carácter frentista. A CC OO y UGT le decimos que estamos dispuestos a la unidad en temas específicos, pero no aceptamos llegar aquí a acuerdos y que en Navarra practiquen un apartheid sindical.

P. En todo caso, su unidad de acción pasa por momentos bajos.

R. La unidad de acción en los últimos seis años ha tenido momentos complicados porque es una apuesta con perfil estratégico sobre el modelo político y social que va a darse este país. Hemos vivido una hibernación pensando que los partidos tenían que asumir el protagonismo. Pero LAB y ELA no tienen que ser sujetos pasivos de una tregua.

P. ¿Van a rellenar el vacío político y ser la vanguardia de Lizarra?

R. Hay un atasco en el Pacto de Lizarra del que estoy convencido que debemos y podemos salir.

P. ¿La ruptura de la tregua por parte de ETA incide en el atasco?

R. La variable armada ha tenido efectos importantes en la situación política. Se habla mucho de que hay que pedirle de nuevo a ETA otra tregua. Lo que venimos a decir es que no es el momento de plasmar treguas parciales, sino que es el momento de abordar la superación de la variable armada del conflicto político. Se pide a la izquierda abertzale que apueste por las vías democráticas y lo hacemos. Vamos al Parlamento, donde se aprueba por mayoría el tema de los presos, y resulta que la palabra de la mayoría vasca no se respeta.

P. ¿El asesinato de Fernando Buesa es el anuncio de por dónde va a ir ETA?

R. No voy a entrar en la lógica de ETA en torno a una acción armada que genera efectos y conmociones múltiples desde un punto de vista humano y político. Los agentes políticos tenemos que tener la responsabilidad de ver de qué manera superamos una situación que genera grados de confrontación múltiples en el conjunto de la sociedad vasca. La izquierda abertzale está dispuesta a asumir ser minoría en un espacio democrático sin límites desde el reconocimiento de Euskal Herria.

P. Cuando plantea la creación de un nuevo marco, entra en colisión con el PNV, que busca una solución desde el que ya existe.

R. ETA, en su comunicado, explica que su decisión tiene dos motivaciones. La postura del Estado y la falta de cumplimiento de compromisos del PNV y EA. Del Estado podemos esperar poco. El compromiso lo tenemos que realizar los abertzales, y quisiéramos que el PSOE pudiera tener una postura diferenciada a la del PP.

P. Pues el lehendakari acaba de hacer pública una propuesta.

R. Esta propuesta necesita determinaciones. Hay que buscar un nuevo Málzaga político [localidad que representa el punto de encuentro físico y simbólico del nacionalismo vasco]. Si llegásemos a un Málzaga político y activásemos un sistema de confrontación democrática, un marco jurídico sobre la soberanía y la territorialidad, la vía armada quedaría superada.

P. ¿Y Udalbiltza?

R. Es un embrión de lo nuevo que viene emergiendo.

P. ¿Qué importancia tiene que esta institución de cargos electos municipales dijera a ETA que sobra la lucha armada?

R. Pienso que no se ha dado una utilización adecuada a Udalbiltza. La presión que se ejerce desde Madrid al PNV se descarga luego con la izquierda abertzale.

P. Lo que dice el PNV sintoniza con sectores de la izquierda abertzale.

R. En la izquierda abertzale siempre ha habido sectores contrarios a la lucha armada. Pero también ha sido una constante la firmeza en los principios políticos. La clave de quienes dicen que la lucha armada sobra está en encontrar una propuesta que demuestre que no tiene sentido. El Partido Nacionalista Vasco sabe que es posible, y que en buena parte, más allá de la posición del Estado de España, está también en sus manos. El PNV tiene que presentar un proyecto superador del status quo, sobre el ser y decidir de Euskal Herria.

P. Joseba Egibar ha dicho que Lizarra ha permitido la complicidad entre nacionalistas y que el PNV no quiere renunciar a esto.

R. Podemos articular lo que históricamente fue el Txiberta político [localidad vascofrancesa en la que se unieron los nacionalistas vascos] en los años 76 y 77 como motor de la paz. Estábamos todos. Después nos hemos vuelto a encontrar en Lizarra. Y, o solucionamos el conflicto desde su raíz o hacemos una de aliño.

P. En el anexo de su ponencia política se critica la kale borroka, pero, no por el daño que causa, sino porque no ha permitido que se pueda constatar lo poco que se ha movido el PNV.

R. Lo que queremos decir es que como la izquierda abertzale ha asumido compromisos democráticos, exige resultados en el tema de los presos, y no los hay. Eso explicaría que los sectores que sufren estas consecuencias negativas lleguen a determinadas reflexiones o actuaciones. No quiero justificar, pero hay sectores a los que se les aboca a ciertas actuaciones. Dicho esto, sí que hay hechos de la kale borroka que no se entienden y distorsionan los objetivos políticos que pretenden.

P. Pero la violencia callejera está desmadrada y bien organizada.

R. No lo sé. La realidad es que tiene una influencia importante. Hechos como el de Zornotza [el lunes 27 de marzo una bomba casera destruyó un bloque de viviendas en Amorebieta] no se entienden y crean efectos negativos para la propia reivindicación.

P. ¿La debilidad en que se encuentra el Gobierno vasco no aboca a un adelanto electoral?

R. Un adelanto de las elecciones significaría la escenificación de un fracaso en el proceso.

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