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La sociedad francesa descubre un nuevo mal: el 'hostigamiento moral'

Los conflictos derivados no de las reivindicaciones salariales, sino de lo que los asalariados perciben como "hostigamiento moral" de los directores o mandos de las empresas, han empezado a menudear en Francia. Los paros, los plantes y las manifestaciones que reclaman un trato digno hacia los empleados se han producido ya en una larga serie de centros de trabajo, como Éclatex de Nancy, los supermercados Continente de Roubaix y de Perpiñán, el hospital de Mutzig y tantos otros.El rechazo al acoso moral, fuente de nuevas enfermedades laborales vinculadas al estrés, empieza a ser considerado como una reivindicación de primer orden, si bien no faltan los casos en los que las denuncias ocultan problemas diferentes. Los sindicatos organizan coloquios para abordar lo que parece ser todo un fenómeno social por el incremento de la competencia, de las presiones de los mercados y de la misma precariedad laboral.

"Hay que comprender el contexto. Nosotros estamos, por nuestra parte, sujetos al acoso de los competidores, de los clientes. La empresa tiene que reaccionar. El director está aquí para poner orden y disciplina", ha explicado al diario Le Monde un ejecutivo de Éclatex, empresa en la que los trabajadores han protagonizado una huelga de 19 días pidiendo, sin resultado, la destitución del director.

Según los empleados, la actitud del director cambió a raíz de que las dificultades de la empresa la pusieron en manos de un grupo británico. "Trabajamos con el miedo metido en el cuerpo. Hemos visto a todo un jefe de equipo llorar como un crío delante suyo. Nos mira con desprecio, pero cuando está con un cliente se transforma en un tipo diferente, todo miel", indica.

A juzgar por los testimonios que recogen los sindicatos y los expertos laborales, un número creciente de trabajadores comparte el sentimiento de que el trabajo se ha convertido en un infierno en el que el temor al despido o a la degradación laboral se conjuga con las humillaciones, las arbitrariedades y la violencia verbal. Algunos estudios aportan la cifra de seis millones de franceses víctimas de la violencia psicológica en las empresas.

Las denuncias y movilizaciones se han multiplicado a raíz de la publicación del libro de la psiquiatra y psicoanalista Marie-France Hirigoyen, El acoso moral, la perversa violencia cotidiana, éxito editorial que va por los 180.000 ejemplares vendidos.

Aunque el fenómeno es real, la multiplicación de los conflictos en torno al concepto de "acoso moral" oculta, a menudo, un malestar asociado a la inadaptación a los cambios, o al propósito de camuflar comportamientos indebidos.

En el caso del hospital de Mut-zig, dirigido por un antillés, la denuncia de autoritarismo se contrarresta con la acusación de xenofobia hacia el director y de faltas graves vertidas, a su vez, contra los denunciantes. La misma Marie-France Hirigoyen se muestra preocupada por la trivialización del concepto de "acoso moral".

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