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"El que la hace la paga", dice la novia de Aitor

Verónica Olivenza, de 27 años, novia de Aitor Zabaleta, llegó ayer impaciente a la Audiencia Provincial de Madrid. Nerviosa, inquieta, no paraba de moverse. "Es que no tenemos la certeza de que el veredicto sea de culpabilidad". Poco después se conocía el fallo del jurado por el que se declaró culpable a Ricardo Guerra. Más tranquila y serena, fue la más contundente en sus afiormaciones: "El que la hace, la paga", afirmó. Sin embargo, recordó que en este crimen hay más implicados: "Los que acompañaban a Ricardo Guerra son tan culpables como él y también tienen que pagar por su participación en los hechos".Olivenza añadió que tanto ella como la familia del fallecido han reaccionado con "alegría y pena" por la resolución del jurado: "Han condenado a Ricardo Guerra, pero no nos van a devolver a Aitor", lamentó. La joven calificó de justo el veredicto del jurado: "Van a ser muchos años de cárcel los que se va a comer y es lo que él se ha merecido, pues la decisión fue suya", comentó. Aún fue más allá: "Quien ríe el último ríe mejor", aseveró.

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Olivenza felicitó al jurado por "el trabajo que ha hecho, ya que verdaderamente se ha esforzado. Han trabajado mucho siendo gente normal y corriente como somos los demás, que no tenemos ni idea de leyes, ni nada, y se han molestado y han hecho preguntas muy buenas".

"Me falta mi hijo"

El padre de Aitor Zabaleta, Javier Zabaleta, con lágrimas en las mejillas, dijo: "Estoy llorando porque me acuerdo de mi hijo, me falta mi hijo y me seguirá faltando". "Tengo que agradecer a todo el mundo, sobre todo al pueblo de Madrid, cómo se ha volcado con nosotros. Todos se han sentido ofendidos exactamente lo mismo que nosotros. Igual no se han producido las mismas lágrimas ni tendrán la angustia interior que tenemos nosotros, pero sé que se han sentido más cerca".

Javier Zabaleta, empleado de banca que lleva un mes viviendo en Madrid, resaltó que "los seguidores del Atlético de Madrid han venido a manifestarme que incluso se han dado de baja. Yo no pretendo nada de eso; pretendo que estas gentes desaparezcan de las calles de Madrid y de todos los demás sitios de España". Apostilló que no tiene ánimo de venganza "ni nada por el estilo". "Todo lo contrario, siento lástima por ellos [Ricardo Guerra y los otros diez miembros de Bastión que le acompañaban], porque son ellos los que han perdido su propia vida".

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Miren Zabaleta, de 22 años, hermana de Aitor, era la más triste: "Nada puede resarcirnos por lo que ha sucedido, pero ha sido extraordinaria la solidaridad que nos hemos encontrado, un beso para todos y en especial para el Movimiento contra la Intolerancia por su lucha contra los violentos".

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