Un accidente en las obras de la M-45 bloquea la red ferroviaria a Guadalajara. La supresión del servicio ferroviario por la caída de las vigas afectó a 30.000 usuarios
El servicio del corredor ferroviario del Henares (Madrid-Guadalajara, Madrid-Zaragoza-Barcelona, Madrid-Pamplona) permaneció ayer bloqueado todo el día por la caída de cinco vigas del puente de una carretera a las vías del tramo comprendido entre San Fernando de Henares y Torrejón de Ardoz.Las vigas de 45 metros de largo y 70 toneladas cada una, correspondientes a un paso elevado en construcción que servirá para que la carretera M-45 cruce por encima de la línea ferroviaria, se desplomaron sobre las vías a las dos de la madrugada y destrozaron 100 metros de catenaria por la que se abastecen de energía los trenes. El accidente ocurrió cuando un operario intentaba colocar una de las vigas en el tablero y ésta se fracturó, golpeando a otra viga y ésta a otra más, hasta alcanzar a cinco piezas que se desplomaron sobre el haz de vías.
Vicente de Paz, portavoz de Concesiones de Madrid, la empresa que construye el tramo de la M-45 donde ocurrió el accidente, explicó que cuando la viga estaba suspendida en el aire, sujeta a los cables de la grúa, se partió por la mitad, se dobló por el medio y dibujó una uve invertida, con el pico hacia arriba. Uno de los extremos golpeó a una de las vigas ya colocadas y desencadenó el efecto dominó por el que cayeron las cuatro vigas.
La empresa ha abierto una investigación para conocer el motivo por el que se partió la viga. "Puede ser por un defecto de fabricación, por un golpe que haya sufrido en el transporte hasta aquí o quién sabe por qué", añadió un empleado de la empresa constructora a pie de obra.
Renfe tuvo que desviar el tren nocturno Antonio Machado, que cubre el recorrido Barcelona-Sevilla-Málaga, para evitar que colisionara contra las gigantescas vigas de hormigón. La compañía también se vio obligada a suspender el servicio de dos líneas de Cercanías, la C-7a y la C-2, que van a Alcalá de Henares. Otros 23 trenes de largo recorrido y tres regionales se vieron afectados por el accidente.
Renfe calculó que el accidente de ayer afectó a unos 30.000 usuarios. La mayoría de ellos, unos 27.000, eran viajeros de los trenes de cercanías y se dirigían, principalmente, a dos destinos: la Universidad de Alcalá de Henares y a los polígonos industriales de San Fernando, Torrejón de Ardoz y Coslada.
Los viajeros tuvieron que bajarse del tren en San Fernando de Henares, porque el tramo hasta Torrejón de Ardoz, que mide 3,5 kilómetros, quedó cortado.
La estación de San Fernando de Henares se llenó de viajeros a primera hora de ayer. "Esta mañana había aquí unas 500 personas muy enfadadas", reconoció un empleado de Renfe. "Parece que le han echado el gafe a la empresa, porque primero sufre la huelga de maquinistas, y ahora, esta avería", añadió.
Cientos de viajeros aguardaron desde las siete de la mañana hasta las ocho y media a que llegara el primer autobús fletado por Renfe como transporte alternativo para cubrir el tramo que no pudo recorrer el tren (San Fernando-Torrejón de Ardoz-Alcalá de Henares). Renfe contrató los servicios de 18 autobuses para este propósito. "Los autobuses han tardado un poco en llegar; no lo han hecho hasta las ocho y media, porque estaban cubriendo las rutas escolares y hasta que no han dejado a los estudiantes en los colegios no han acudido", afirmó el mismo empleado. Pero hubo más problemas. "Sólo podíamos cargar los autobuses con 55 personas, según marca la ley", añadió el encargado.
Los viajeros que no aguantaron la espera de hora y media se dirigieron a la estación de autobuses de San Fernando de Henares para buscar una rápida solución sin tener que esperar a Renfe. La ventanilla de los autobuses quedó colapsada por clientes que querían comprar billete. Pero estos autobuses, que forman parte de la red del Consorcio Regional de Transportes, ya venían llenos o casi llenos. "La gente ha escuchado por la radio que el servicio de cercanías está interrumpido y ha cogido el autobús, por lo que apenas quedaban asientos libres para los que han sufrido la avería del tren", explicó ayer un empleado de la empresa de autobuses La Continental.
Los autocares alternativos llegaron en lento goteo y viaje a viaje fueron vaciando de pasajeros la estación de San Fernando. Al mediodía, la situación estaba normalizada y una cola de unos 10 autobuses aguardaba a las puertas de la estación nuevos viajeros.
Los que lograron sentarse en uno de esos vehículos a primera hora de la mañana sufrieron un segundo calvario: el del colapso que se formó en la carretera de Barcelona (N-II). Muchos usuarios del tren, tambien alertados por la radio de lo ocurrido, decidieron coger sus coches rumbo a sus puestos de trabajo y contribuyeron al atasco de la carretera de Barcelona.
El bloqueo de las vías afectó a unos 3.000 viajeros de trenes de largo recorrido. Son los que procedían o se dirigían a Barcelona, Zaragoza, Jaca, Soria y Arcos de Jalón, según informó ayer un portavoz de Renfe. Los pasajeros que viajaban hacia una de esas ciudades fueron trasladados en autobús por Renfe a la estación de Alcalá de Henares, punto de partida improvisado para las líneas regionales. El mismo servicio, sólo que a la inversa, trasladó desde Alcalá de Henares en autobús a los viajeros que llegaban de fuera con destino a Madrid.
Servicio restablecido
Las obras de la construcción del puente de la M-45 sobre las vías del tren se hacen de madrugada porque es el único momento del día en el que no causan retrasos en las líneas ferroviarias. La unión temporal de empresas (UTE) formada por Fomento de Construcciones y Contratas, Necso y Dragados y Construcciones, construye la M-45. Renfe aún desconoce el valor de los daños causados.
El servicio ferroviario quedó restablecido a las nueve de la noche. Dos de las cuatro vías afectadas por el desplome de las vigas estaban listas para su utilización a esa hora. Las otras se limpiarían durante la madrugada y el servicio de cercanías quedaría restablecido hoy, según afirmó ayer el portavoz de Renfe.
