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La Guardia Civil sospecha que hay cómplices del asesinato de la empresaria de Leganés

La Guardia Civil investiga si el asesinato de la empresaria de Leganés S.M.V., de 35 años, asfixiada con una toalla la semana pasada en un hotel de Manzanares (Ciudad Real), fue perpetrado sólo por los dos detenidos, de 16 y 22 años, o si ambos contaron con la ayuda de más cómplices. Los primeros datos de la autopsia han confirmado que no hubo agresión sexual. Tras el crimen, los dos presuntos asesinos, J. M. G. H. y J. A. P., a los que la víctima compró un ordenador, huyeron tras robarle el dinero, la documentación y el coche.

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La mujer fue ahogada con una toalla, aunque los homicidas también trataron de ahogarla con un cable. Además, tenía moratones en las muñecas y los brazos y una erosión en el cuello. Aunque el primer informe policial ha confirmado que no hubo violación, parece que la víctima forcejeó con sus atacantes, a tenor de las marcas que tiene en las muñecas. Como móvil del crimen, la Guardia Civil baraja la hipótesis del robo, ya que le arrebataron unas 30.000 pesetas, la documentación y el coche.Ayer por la mañana, el titular del Juzgado número 1 de Manzanares ordenó el traslado de J.M.G.H. a Ciudad Real para tomarle declaración. A tenor de la reconstrucción de la Guardia Civil, una amiga de S.M.V., que era propietaria de dos agencias de viajes en Leganés, le recomendó que se pusiera en contacto con J.M.G.H., de 22 años, el cual se dedicaba a la venta de ordenadores, porque éste le podría vender un aparato a buen precio.

Acuerdo telefónico

La empresaria habló por teléfono con el vendedor, quien le aseguró que le garantizaba un buen equipo informático siempre que le pagase con antelación mediante una trasferencia bancaria. El acuerdo finalmente se cerró y ambos decidieron encontrarse el pasado miércoles en el hotel El Cruce, ubicado en la carretera N-IV, en el término municipal de Manzanares (Ciudad Real). J.M.G. H. acudió al hotel junto a un menor de 16 años, J.A. P., vecino de Garrucha (Almería). Ambos llegaron al establecimiento el sábado 17, ya que tenían que entregar otros dos ordenadores en Castilla-La Mancha. Según los responsables del hotel, los dos jóvenes solían entrar y salir frecuentemente del local y se acostaban a altas horas de la madrugada, informa María Rivas.

Por su parte, la víctima salió de Leganés el pasado martes 21. Al día siguiente, la mujer acudió al hotel para adquirir el material informático. Esa misma mañana fue víctima del crimen. Los dos supuestos homicidas abandonaron el hotel diciendo que volverían el viernes 24. Según la Guardia Civil, robaron el dinero y la documentación a la mujer tras matarla. También le quitaron las llaves y se llevaron su coche y dos ordenadores.

El mismo miércoles, una limpiadora pasó a la habitación y vio que había una persona tendida en la cama, con la televisión encendida. La empleada creyó que se trataba de uno de los jóvenes, que dormía, y se marchó. Pero el jueves se halló el cadáver de la empresaria, de 35 años, divorciada y sin hijos.

La Guardia Civil inició la búsqueda de los autores del asesinato, que en esos momentos ya pretendían escapar a Francia. Ambos fueron interceptados en la frontera de La Seu d'Urgell (Lleida), aunque entonces se desconocía su relación con el homicidio. El menor de los jóvenes fue retenido hasta que se hicieron cargo de él sus padres, que habían denunciado su desaparición, mientras que el mayor continuó viaje a Francia.

El viernes pasado era detenido en Garrucha (Almería) el menor de 16 años como presunto coautor de la muerte. El sábado era detenido en su domicilio almeriense de Vera el otro imputado. El lunes pasado, ambos fueron ingresados en la prisión de El Acebuche.

J.M.G.H. cuenta con varios antecedentes policiales por estafa. Hasta el año pasado había vivido en Guadix (Granada). Allí reside toda su familia, que regenta varias fruterías. Entre el vecindario del pueblo es conocido por haber engañado a varias personas a través de la venta de ordenadores. "A mucha gente del pueblo nos gustaría saber dónde está, porque nos ha vendido ordenadores y después de pagarle no los ha entregado", dice un vecino.

Su familia ignoraba ayer su detención y supuesta implicación en los hechos. "Hace un año se fue del pueblo dejando a su mujer y a finales del año pasado nos llamó diciendo que le dejáramos tranquilo porque ahora vivía muy bien", comentó un pariente.

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