Un problema con solución
(...) Más de mil millones de personas no tienen acceso a aguas seguras. Otros tres mil millones carecen del saneamiento adecuado (...). En los términos presentes, la demanda mundial de agua dulce crecerá bruscamente, sobre un 70%, para uso doméstico en el 2025. Este lúgubre cálculo se cierne tras la cumbre mundial sobre el agua de los Países Bajos (...). La cumbre decepcionó por culpa de los dos grupos con el papel principal a la hora de diseñar políticas: ministros y organizaciones no gubernamentales (...).El método para hacer que el agua fuese disponible para todo el mundo es bastante simple: ponerle precio por encima del coste de su suministro. Esto significaría que el agua escasa sería dedicada a su mejor uso por la gente que más la necesita. Y esto haría más fácil encontrar empresas privadas tanto para invertir como para mejorar el abastecimiento y el saneamiento (...).
Francia y otros países han aprendido que los Gobiernos y los consumidores ven más fácil imponer eficiencia y mejor comportamiento a las empresas privadas que a sus propias burocracias. En cualquier caso, los Gobiernos ya no pueden permitirse dirigir empresas de agua, especialmente en los países pobres (...).
La pena de este planteamiento es que las ONG se sienten incómodas favoreciendo los beneficios de las multinacionales. Las posturas dogmáticas no dejan ver a muchos que quien más va a ganar con el sistema de precios y la gestión privada del agua son precisamente aquellos, los pobres y sedientos, a quienes dicen representar (...).
Londres, 25 de marzo
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.