Denuncias de presiones para acudir a votar a favor de Putin
Algunos chechenos denuncian que se les presiona para que acudan a votar y, por supuesto, desean que voten a Putin. Así, Shujrá, una refugiada con parientes en Alján-yurt, aldea conocida por la matanza que allí perpetraron los soldados del general Vladímir Shamánov el año pasado, afirma que las autoridades han prometido que a los que voten recibirán rápidamente compensación por sus casas destruidas, al tiempo que amenazan con dar largas a quienes no acudan a las urnas. En el mismo Grozni, la votación es más activa en el distrito de Léninski, donde reparten comida caliente, que en los barrios donde no dan de comer.
"De todas maneras ganará Putin. Si votara con la cabeza, probablemente tendría que hacerlo por él, porque quizá logre poner orden en el país; pero he votado con el corazón, por Ziugánov", explica Ibrahim, un joven de 23 años. Ibrahim, como la mayoría de los jóvenes chechenos, está en el paro y vive con sus padres. Tiene cinco hermanos, que se han ido a trabajar a Kazajistán.
El sentimiento de la mayoría de los chechenos es de desesperanza. Lo resume Mayerbek, de 23 años: "De todas formas Putin será el presidente. De todas formas habrá guerra en Chechenia. Seguiremos igual, sin trabajo, sin futuro".
Otros se refugian en la nostalgia. Shamshidín, un ex policía que sirvió en la provincia de Volgodrado y que hoy, de regreso en su tierra, se ha quedado sin trabajo, lamenta sobre todo la desaparición de la URSS. "No porque entonces viviera mejor, sino porque entonces me sentía miembro de una patria común. Estaba orgulloso de servir en su Ejército, de ser checheno y de defender a la Unión Soviética. Ahora nos han privado de todo esto", se queja.
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