Ceropatatero.com
"Empiezo a tener claro que definir qué es la España de Aznar es parte de mi trabajo. ¿Cómo voy a vender nada si no sé dónde estoy? Esta semana ha sido la locura: encargos, nuevas campañas, lanzamientos fulgurantes, avalancha de nuevas webs y de artilugios tan increíbles como una pulsera almacén de memoria que te documenta citas profesionales o te hace la compra electrónicamente. He sugerido que la vendan con la leyenda "el secreto mejor guardado de Aznar" y nadie ha objetado nada. Claro: Aznar es moda, lo último de lo último, todos, incluidos sus enemigos, le admiran, le envidian y buscan su fórmula mágica. ¡Si está clarísimo! ¡Ha inventado la derecha de izquierdas! ¡Ha popularizado la ideología sin ideología! Política sin, democracia light, participación easy: ¡nuestra tercera vía! Incluido el cambio generacional (que a mí, desde luego, no me incluye). Aún no se han dado cuenta de que Aznar es...". En este punto paré de leer un largo mensaje de Conxa para atender al teléfono. "Soy Pepe Osorio. Conxa me ha dado tu teléfono porque estoy preparando una gala underground con Los Ceropatateros Cibernéticos y quiero invitarte. ¿No los conoces? ¡Molan! Imagínate a Los del Río y Dylan juntos, o a Bob Marley y Loquillo, o a Elvis y Sara Baras... rockeros digitales con copla española ¡Imagina! ¡Imagina! Vienes a la première ¿vale? Me los nombrarás en el periódico, ¿eh niña?, tú tienes influencia...". El tal Pepe no se cortó ni un pelo. ¡Los Ceropatateros! La sola idea de un grupo musical con ese nombre me bloqueó completamente. Y sólo una nueva llamada me devolvió al mundo real. "Soy Conxa, ya sé que has hablado con Pepe". ¡Caray con la rapidez de estos chicos! "O sea que tu Pepe es de Los Ceropatateros", le dije. "Ja, ja, ja. ¡Sabía que te iba a divertir! Llevan una marcha estos del PP. Y Pepe sólo es votante, un afín con buen rollo que va por libre. Ya sé que le has dicho que escribirás un artículo". "¿Sobre ese grupo? En absoluto", me indigné. "¡Que el año que viene serán treintañeros! ¡Qué les gusta José María! ¡No me digas que no te pica la curiosidad!", insistió Conxa, "todos los socialistas del país deberían escuchar su rock copla: ¡un invento! Busca en su web, apunta: ceropatatero.com". Como siempre me sucede con esta chica, me lió y pasé un buen rato en esa (horrible) web que, de paso, anunciaba (con una foto del Rey) los productos alimenticios de la empresa del tal Pepe Osorio, el empresario rockero de 30 años, natural de Villafranca del Bierzo y afincado en Barcelona. Volví al mensaje de Conxa. "Aznar es...". El teléfono volvió a sonar. Era ella otra vez. "Estoy excitadísima. Olvídate de Pepe. Acaban de citarme para un brainstorming en Madrid para encontrar el líder de la España de mi generación. ¡Alguien ha tenido la idea de que los de 40 años ya son viejos! ¡Por supuesto que lo son! Y convocan a los de 30 años a opinar... sobre lo que será el futuro. ¿A quién le ha entrado esta fiebre de quemar generaciones? Soy malpensada, pero ¿cuánto duraremos los que hoy tenemos 30 años? ¿Por qué nos presionan tanto? Mi vecino, el que me saluda desde el catalejo de su balcón, el del workshop del Barcelona 2004, me acaba de enviar un mail en el que pone: '¡Sálvame! ¡Salva el Barcelona 2004! ¡Treintañerismo al poder! ¡Eres mi futuro!'. ¿Qué fiebre le ha entrado a la gente? ¿Esto es la aznarización? Se ha desatado un derroche de imaginación en los negocios, en los proyectos, en las oportunidades ¡y en las locuras! Te llamo porque me dicen que para opinar sobre todo lo que sucede tengo que ver el telediario de Sáenz de Buruaga ¡y no sé quién es este señor! ¿me lo explicas?". Por una vez la pillé: "Cero patatero, Conxa", pensé. Pero como le he tomado cariño y el tema era largo la invité a cenar. (Continuará) Resumen de lo publicado: Conxa es una treintañera barcelonesa de identidad mestiza que trabaja como creativa ejecutiva en una compañía de publicidad de Barcelona instalada en Madrid. Su diario y su experiencia personal, sus relaciones con los individuos y con los grupos, son el eje de una ambiciosa investigación que trata de averiguar cómo es la generación de españoles de 30 años.
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