El arte de los indios norteamericanos, en una exposición

El montaje de un tipi, vivienda transportable hecha con pieles, pode Fernán Cantepinza Laverde, Corazón Fuerte, un dakota residente en Cataluña, sirvió como acto inaugural de El centro del mundo. Los indios de las grandes llanuras de América del Norte. La exposición, que podrá visitarse hasta el 30 de abril en el Salón Modernista de Caixa de Sabadell (Gràcia, 17. Sabadell), presenta una selección de objetos artesanos de ritual, trabajo y lucha de los antiguos pobladores de las estepas de América del Norte pertenecientes a la colección de Mario Luraschi, una de las más importantes en su género.El interés por la cultura india de Luraschi, un francés de origen siciliano, proviene de su amor por los caballos. Su trabajo está relacionado con ellos, ya que los adiestra y colabora con la industria cinematográfica asesorando a los actores sobre cómo tienen que cabalgar. También es colaborador de los parques de atracciones Disney en los espectáculos con caballos. Esta actividad le llevó a entrar en contacto con la cultura india sobreviviente en América y así inició su colección. Desde hace años asiste a todas las subastas sobre el tema.

"Esta exhibición no representa ni la mitad de la colección de Luraschi, que hasta ahora apenas la había mostrado públicamente", explica Francine Ndiaye, su comisaria. "Luraschi ha permitido su salida de Francia porque es un enamorado de España y de los caballos andaluces", añade. La exposición es una producción de la Fundación Caixa Sabadell y ha sido dirigida y coordinada por la Fundación Caixa Girona, en cuya sede gerundense pudo visitarse previamente. También se ha podido contemplar en Madrid.

Para Ndiaye, "uno de los elementos más destacados de la colección son las pipas". En la exhibición pueden contemplarse piezas de procedencia sioux, ojibwa, sarcee, hidatsa y de los pies negros. A una de ellas se le atribuye su pertenencia al mítico sioux Caballo Loco. La pipa o calumet era un elemento indispensable en todos los ritos y celebraciones, pues el humo representaba un nexo de conexión con los espíritus.

La exposición intenta romper los tópicos que sobre los indios se han forjado desde el cine. "Antes de la llegada de los europeos, junto a la caza, la agricultura era su principal actividad. Había luchas, pero fueron los blancos los que provocaron esa imagen sanguinaria de los indios", comenta Ndiaye.

La comisaria, no obstante, es contraria a la mitificación de los indios: "Eran pueblos que, junto al amor a la libertad, también tenían un rígido entramado de normas. Sus rituales de iniciación eran en algunos caso realmente duros".