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COLAPSO FERROVIARIO EN MADRID

La defensa de SEMAF

Juan Jesús García, coordinador general de SEMAF, negó ayer rotundamente el relato de los hechos realizado por la compañía ferroviaria sobre la detención, el miércoles, de un maquinista.Según García, resulta "absolutamente increíble" que el trabajador realizase tres "sabotajes, uno detrás de otro" ante la mirada de los guardas jurados y sin que éstos pudieran detenerlo. Lo que ocurrió, afirma el sindicalista, es que J. A. A. G. "se encontró el sistema de seguridad sin precinto y denunció esta situación, negándose a conducir, como es preceptivo, mientras no se solucionase el problema".

García asegura que "nadie le vio cometer el supuesto sabotaje" y que "simplemente, los guardas dieron por sentado que él era el culpable de lo sucedido". "Los vigilantes no entienden de ese tipo de dispositivos, no saben si está o no bien puesto el precinto. No sé si los trenes habían sido revisados, pero el precinto no estaba en su sitio", añadió. "Después de eso, el trabajador fue detenido y trasladado a comisaría", continuó el coordinador general de SEMAF, quien negó por tanto que el maquinista entrase en otra cabina y, "mucho menos", que alterase la libre circulación de un tercer tren.

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Según García, al "despido" de J. A. G. G. pudieron seguir otros. "De hecho, nos han amenazado desde la empresa con despedir a todo el comité de huelga", aseguró.

La acusación de Renfe

Renfe emitió el miércoles un comunicado en el que daba su versión del incidente protagonizado ese mismo día por uno de sus trabajadores, detonante del caos vivido ayer.Según la compañía, J. A. G. G., maquinista de Renfe afiliado al sindicato SEMAF, entró a las 6.10 de la mañana en la cabina de conducción de uno de los trenes y "presuntamente, cortó el precinto del sistema hombre muerto [que dispara los dispositivos de seguridad en caso de defunción del conductor durante el viaje]". Acto seguido, el trabajador "se negó" a conducir la máquina, arguyendo la rotura del precinto.

El buen estado de ese sistema es indispensable para iniciar la marcha, según el Reglamento General de Circulación. La compañía asegura que ese tren, como todos los demás, había sido "revisado y puesto a punto durante la noche".

Este incidente llevó a la Jefatura de Tracción de Renfe a ordenar el "relevo inmediato del servicio" de J. A. G. G., que, sin embargo, se dirigió a otra máquina y volvió a efectuar idéntico "sabotaje".

Por último, el "alborotador" penetró en la cabina de un tercer tren que se disponía a iniciar la marcha (con 700 personas dentro) e impidió su circulación.

Renfe llamó entonces a la Policía, que trasladó al empleado a la Comisaría de Chamartín, donde prestó declaración antes de ser puesto en libertad.

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