El Gobierno francés apoya a la TV pública para liderar el sistema digital Una reforma legal permitirá que entren operadores extranjeros
A diferencia de Tony Blair, que no ha autorizado a la BBC los incrementos de fondos pedidos para pasar de la actual televisión analógica al sistema digital terrestre, el Gobierno de Lionel Jospin se dispone a apoyar una dotación económica extraordinaria a la televisión pública francesa para que lidere el futuro sistema digital terrestre en este país. Así lo ha dejado claro la ministra de Cultura, Catherine Trautmann.
La Asamblea Nacional francesa tiene previsto terminar hoy la segunda lectura del proyecto de ley de reforma del sector audiovisual público. Si en una primera fase de debates, desarrollada hace ya diez meses, se acordó reducir el tiempo dedicado a la emisión de publicidad en los canales públicos y dejar que el Estado compense con sus aportaciones los ingresos que se pierdan por publicidad, el proyecto de ley establece ahora una nueva vía para ayudar al sector público: apoyarle para que sea líder de la futura televisión digital terrestre.La actitud del Gobierno de Jospin se aparta de la observada por el Ejecutivo británico, que recientemente negó a la BBC los fondos que había solicitado para lanzarse a la aventura digital, por la vía de permitir un aumento meramente simbólico de la tasa (o canon) que los ciudadanos pagan por la tenencia de televisores.
A partir de 2002, los franceses podrán captar 36 nuevos canales de televisión, la mayoría de ellos en abierto y difundidos por ondas terrestres. El proyecto de ley contempla reservar, como mínimo, nueve de esos canales a France Télévision (FT), es decir, al grupo que reúne a las distintas televisiones públicas.
Para que este último pueda poner en marcha los nueve canales digitales de difusión terrestre, el Gobierno de Lionel Jospin prevé "una dotación específica significativa"; o lo que es lo mismo, recursos económicos en cuantía importante, aunque aún desconocida, que deberá precisarse antes de que acabe el año. De momento, France Télévision ya ha obtenido el equivalente a 25.000 millones de pesetas anuales suplementarios para compensarle por los minutos de publicidad que va a perder.
Recursos para productores
Esta multiplicación de canales no implica que los operadores puedan actuar sin respetar normas que les obligan, por ejemplo, a invertir entre el 15% y el 20% de su volumen de negocio en producción propia o en producción independiente francesa o europea. Los productores de programas demandaban medidas para obtener más recursos: reclamaban la total supresión de la publicidad en la televisión pública y pretendían que se elevara el porcentaje de inversión antes citado hasta el 25%; incluso proponían que FT se autofinanciase al 100% con fondos públicos, a base de aumentar el canon (18.000 pesetas anuales) que sufraga cada uno de los hogares galos obligados a pagarlo, que en realidad son el 50% del total.
El reparto de la televisión digital terrestre incluye la cesión de dos de los futuros canales digitales a cada uno de los operadores privados ya activos en Francia. Esto significa que TF1, M6 y Canal+ tendrán los mismos derechos respecto a las posibilidades que ofrece la nueva tecnología; y sobre todo, abre la puerta a la posibilidad de que entren nuevos operadores en el sistema televisivo. La ministra de Cultura, Catherine Trautmann, se ha declarado partidaria de "una televisión asociativa, ciudadana, que complete la televisión pública y la comercial".
En todo caso, no será el Gobierno el que pueda repartir licencias; la decisión definitiva de atribución de frecuencias corresponderá al Consejo Superior del Audiovisual (CSA).
La ley en discusión en Francia también tendrá en cuenta las exigencias comunitarias en lo que se refiere a propiedad de las empresas de comunicación. Las sociedades extranjeras podrán poseer hasta el 49% de un canal de televisión, porcentaje hasta ahora reservado a los grupos de nacionalidad francesa. Esto hace que la prensa especule de nuevo con la irrupción en Francia de empresas vinculadas a Murdoch, Berlusconi, Telefónica o Bertelsmann.
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