Educación vuelve a tramitar la creación de dos universidades privadas, una de ellas a distancia

No se han dado por vencidas. Las empresas que presentaron en 1998 proyectos para crear en Madrid dos nuevas universidades privadas -y que fueron rechazadas por la Consejería de Educación- han vuelto a tramitar la solicitud. La Comisión de Planificación y Coordinación Universitaria está a la espera de conocer el informe del Consejo de Universidades estatal para hacer público su veredicto acerca de los que serían el séptimo y el octavo centro de educación superior privados en la región. Es la Consejería de Educación la que tiene que dar su visto bueno

Las dos nuevas universidades se llamarían Miguel de Cervantes -un centro a distancia similar al modelo de la Universitat Oberta de Catalunya- y Tecnología y Empresa, que se instalaría en Villaverde y cuyos puntos fuertes serían las ingenierías técnicas, empresariales y carreras vinculadas a las ciencias de la salud.El promotor de la primera universidad es la empresa CCC, conocida en el campo de la enseñanza a distancia; el de la segunda está impulsada por el grupo Nuevo Centro, un colegio privado situado entre Carabanchel y Villaverde.

El 4 de abril se reúne en Sevilla el Consejo de Universidades estatal -un órgano integrado por los rectores de todas las universidades públicas del Estado-. Allí emitirá su dictamen acerca del proyecto de la Universidad Miguel de Cervantes, según señaló el director general de Universidades de la Consejería, José García. El de la Tecnología y Empresa lo dejarán para más adelante.

A la luz de este informe, la Comisión de Planificación y Coordinación Universitaria -un órgano que preside el consejero, Gustavo Villapalos, y en el que están integradas las seis universidades públicas de la región- emitirá el propio. Ambos estudios son preceptivos, aunque no vinculantes. "Pero si son negativos los informes, las posibilidades que tienen los proyectos tienden a cero", explicó José García. En cualquier caso, el visto bueno definitivo depende de la Consejería de Educación, que ha de decidir si tramita en la Asamblea su creación definitiva mediante una ley.

El informe de la comisión analizará , según García, la calidad del proyecto y su viabilidad económica e investigadora. "Si el proyecto hace crack, quien tiene que hacerse cargo de estos alumnos es la universidad pública", dijo. El director señaló que el veredicto que emitan ha de tener en cuenta dos aspectos: "El derecho a establecimiento de un nuevo centro y el derecho a que el servicio público se preste con eficacia".

En la región existen seis universidades públicas -que este año tienen a casi 200.000 alumnos matriculados en sus centros propios- y otras cinco privadas, con más de 32.000 estudiantes. Además, para el próximo curso se abrirá la sexta privada de la región: la Camilo José Cela, un proyecto de la institución educativa San Estanislao de Kostka (SEK), cuya apertura fue aprobada por la Asamblea en noviembre de 1998. Este centro, ubicado en la urbanización de Villafranca del Castillo, en el municipio de Villanueva de la Cañada, espera contar con unos 3.500 alumnos, una vez que esté consolidado, y arrancará con ocho titulaciones.

La amplia oferta universitaria que hay en la región fue uno de los aspectos determinantes a la hora de desestimar la creación de las dos nuevas universidades en 1998. Entonces, la comisión decidió que con 12 universidades no había sitio para más. Aun así, las dos empresas han decidido rehacer sus proyectos y probar suerte de nuevo. Según señaló García, la oferta cubre "con mucho las demandas de los solicitantes". Tan sólo unos 3.000 estudiantes no se matriculan en la opción que habían solicitado en la preinscripción.

Es una cifra que se ha rebajado mucho en los últimos años a causa del descenso de la natalidad. En 1995, los alumnos que no accedían a los campus públicos rondaban los 15.000, y en 1998 eran poco más de 6.000. Medicina o las ingenierías son las carreras donde más alumnos se quedan sin la plaza deseada.