Carme Laura Gil desmarca la huelga de la enseñanza de su gestión

La consejera de Enseñanza, Carme Laura Gil, que visitó ayer tres escuelas de Sant Adrià, dos de ellas del barrio de la Mina, acompañando al presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, quiso desmarcar su gestión al frente del departamento de la huelga convocada para hoy por la mayoría de los sindicatos, que amenaza con paralizar la escuela pública en Cataluña y afectar asimismo a los centros concertados y a las universidades. Según Gil, se trata de un problema que viene de antes de que tomara posesión del cargo, hace más de tres meses, y que hay que atribuir a los sindicatos y no a la comunidad educativa. "En diciembre, cuando fui nombrada consejera", explicó Gil, "me encontré con un calendario sobre la mesa que ya habían escrito los sindicatos, y habían establecido este día de huelga. Ellos no han cambiado el calendario y yo lo respeto". En opinión de la consejera, una de las cosas que quedarán claras hoy es si la comunidad educativa catalana está o no contenta, ya que "por ahora sólo se puede decir que los sindicatos no están contentos, porque son los que convocan la huelga, y no la comunidad educativa". Gil recordó que la negociación sigue abierta, informa Ester López.

La Plataforma Sindical Unitaria de la Enseñanza Pública, formada por CC OO, UGT y USTEC, que convoca la huelga, indicó ayer que el 75% de los centros públicos y el 50% de los privados se han sumado a ella. También las universidades se ha adherido a la convocatoria, así como las asociaciones de padres, aunque éstas piden que se articule un sistema que no perjudique a las familias.

Sin embargo, la USO, uno de los sindicatos con mayor implantación en el sector de la enseñanza concertada, insistió ayer en la inconveniencia de esta convocatoria y en la incongruencia de quienes pretenden que la escuela privada se sume a las reivindicaciones de la pública, entre otras, la reducción de los conciertos con la primera. La intersindical CSC piensa lo mismo -argumenta que el periodo de matriculación es el peor momento para manifestarse- y pide que se agote el proceso negociador.