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Dimite el presidente de la Audiencia de Barcelona tras ser sancionado por el CGPJ

El presidente de la Audiencia de Barcelona, Francisco Javier Béjar, presentó ayer la dimisión de su cargo ante el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), a raíz de que la comisión disciplinaria de este organismo le sancionase el pasado jueves con una advertencia por falta leve cometida el 6 de julio de 1999, cuando hubo de suspenderse un juicio por falta de magistrados para formar sala. La dimisión, que no es irrevocable, deberá ser aceptada por el pleno del CGPJ. Cuando esto suceda, se convocará un concurso para cubrir la plaza, cuyo nombramiento es discrecional. El mandato del presidente de una audiencia dura cinco años y, en el caso de Béjar, finalizaba a finales de 2001. Béjar, afiliado a la Asociación Profesional de la Magistratura (APM), viajó ayer a Madrid para presentar su dimisión al presidente del CGPJ. Mientras tanto, en Barcelona, una funcionaria judicial repartió un comunicado en el que se daba cuenta de la renuncia a los presidentes de las secciones de la Audiencia y a la prensa. Hasta pasadas las 18.00 de ayer la dimisión de Béjar no entró en el registro del CGPJ, por lo que muy probablemente no se debatirá en la reunión que celebrará mañana el pleno de este organismo.

Béjar considera "objetivamente injusta" la sanción, por entender que su actuación "no fue determinada por el ánimo de desatender o desconsiderar a los ciudadanos". Por tal motivo, asegura que presentará un recurso contencioso administrativo contra la sanción, la misma que se le impuso al magistrado de la sección séptima, Daniel de Alfonso, también afiliado a la APM.

El juicio contra un joven acusado de violación se suspendió en aplicación de un acuerdo adoptado por Béjar el pasado 25 de junio, en el que se restringía el nombramiento de magistrados para formar sala en otra sección. Lo que ocurrió el 6 de julio fue que el presidente del tribunal, Fernando Pérez Máiquez, estaba de permiso por asuntos personales -circunstancia conocida por Béjar- y que el ponente del caso, Daniel de Alfonso, se encontraba en una reunión. Esa circunstancia, unida a la tensión que se vivía en la entrada de la sala con los familiares de las víctimas y la falta de jueces, llevó al único magistrado titular del tribunal a aplazar el juicio.

Béjar asegura: "Mientras la sanción no sea anulada por los tribunales, a los ojos de cualquier persona aparece que no sólo he faltado a las obligaciones de mi cargo, sino que he obrado de modo desconsiderado con los ciudadanos". Afirma que dimite "por razones de propia dignidad y de preservación del prestigio de la justicia, y porque otra cosa difícilmente podría ser entendida por los ciudadanos".

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