El Gobierno da de plazo hasta otoño a Ibarretxe para que elija nuevos socios

El Gobierno asegura que al lehendakari Juan José Ibarretxe se le acaba en otoño el plazo para decidir quiénes serán sus nuevos socios en el Ejecutivo vasco y poner fin a su situación de minoría. Para esas fechas, el lehendakari tendrá que sacar adelante los presupuestos autonómicos, bien con el apoyo de Euskal Herritarrok -formación con la que rompió relaciones tras el asesinato de Fernando Buesa y su escolta en Vitoria a manos de ETA-, bien con el de los populares o el PSOE, que supeditan su respaldo a que el partido de Xabier Arzalluz abandone el Pacto de Estella.

La situación del País Vasco será una prioridad en el nuevo mandato de José María Aznar. La preocupación de La Moncloa se centra en la actitud de la dirección del PNV, que no sólo no rompe con el Pacto de Estella pese al retorno de ETA a las armas, sino que se empecina en una interpretación de los resultados del 12-M y el ascenso de los populares en Euskadi que el Gobierno considera "errónea"."Arzalluz ha tenido la peor de las reacciones", según fuentes de La Moncloa, que se quedaron perplejas cuando, en su valoración de los resultados electorales, el líder del PNV se limitó a señalar que su partido había logrado 25.000 votos y dos diputados más respecto a 1996. No hubo mención ni a la abstención de EH ni a la circunstancia de que, por primera vez, el PNV ha perdido en las tres capitales vascas y en las zonas urbanas frente al PP, que se ha situado como alternativa. La explicación del Gobierno es que el PNV ha llegado demasiado lejos en su implicación con EH y que, imposibilitado para dar marcha atrás, tal vez intente a través de Estella lograr una nueva tregua de ETA. Sin embargo, el Ejecutivo carece de datos sobre esta posible negociación.

En cualquier caso, ante la ausencia de reflexión del PNV, desde Moncloa se señala que corresponde a Ibarretxe solucionar su problema de gobernabilidad, ya que su Ejecutivo sólo dispone de 27 de los 75 escaños de la Cámara vasca tras la ruptura con EH. El Gobierno entiende que Ibarretxe tiene de plazo hasta otoño para encontrar nuevos socios que le permitan sacar adelante los próximos presupuestos. Los de este año se aprobaron gracias a la formación que lidera Arnaldo Otegi.

Según el Gobierno, Ibarretxe trata de ganar tiempo. Cree que si, para esas fechas, el PNV hubiera logrado una nueva tregua de ETA a través de Estella, podría recuperar el apoyo parlamentario de EH y asegurar su estabilidad un tiempo.

De lo contrario, Ibarretxe tendría muy difícil lograr la mayoría. Aznar ha aclarado que no habrá diálogo con el PNV mientras esté en Estella. También el secretario general del PSE, Nicolás Redondo Terreros, dijo ayer que su partido no apoyará al Gobierno vasco mientras el PNV "siga en Estella, apoye la Asamblea de Municipios y esté en la vía soberanista". El portavoz del Gobierno vasco, Josu Jon Imaz, dijo que "agotarán la legislatura, incluso en minoría", con pactos puntuales.

El Gobierno no se atreve a predecir el nuevo escenario, pero se sitúa en el peor: ETA seguirá "haciendo lo único que sabe", tal como dijo Aznar el pasado viernes. Así las cosas, en otoño el Ejecutivo vasco estaría en una situación insostenible y el PP trataría de forzar elecciones anticipadas. Entonces, y no antes, se plantearía la moción de censura a Ibarretxe que ayer apuntaba el portavoz del Gobierno, Josep Piqué.