Una niña de origen magrebí muere asfixiada al inhalar el monóxido de carbono de un brasero en Manresa

Una niña de 8 años, Aixa K., hija de un matrimonio de origen magrebí, murió ayer asfixiada por la inhalación de monóxido de carbono que producía un brasero de construcción casera con el que la familia se calentaba en un pequeño piso de la calle dels Llops, en el casco viejo de la capital del Bages. La madre de la niña, Asmae B, de 26 años, también sufrió los efectos de la mala combustión del engendro con el que se calentaban y está ingresada en estado grave, según fuentes municipales.En el momento del accidente, a la una y media de la madrugada, en el piso no había nadie más. El padre y un tío de la pequeña se encontraban trabajando. Una vecina de la familia salió a la calle para alertar del accidente y el conductor de un camión que pasaba por la zona llamó a la Policía Local, que llegó al piso y encontró a la niña en estado de coma y la madre inconsciente. Esta última fue atendida de urgencias en el Centro Hospitalario de la Ciudad y trasladada a otro hospital para proceder a la desintoxicación. El brasero se encontraba en la misma habitación que la niña y la madre dormían, en un pequeño habitáculo de poco más de 4 metros cuadrados.

La zona, con construcciones antiguas de escasas condiciones de habitabilidad y de bajos alquileres, es donde se concentra el mayor porcentaje de inmigrantes de la ciudad. Ayer, el concejal de Servicios Sociales de Manresa, Josep Ramon Mora, se lamentó de que el accidente se produjera por el desconocimiento del peligro que conlleva calentar una habitación con la combustión de carbón en una vieja cacerola, como era el caso, y de las consecuencias letales que tiene cuando se produce en una casa con bajas condiciones de habitabilidad, un problema habitual entre la población inmigrante.

La familia accidentada había llegado a Manresa hacía un año y estaban empadronados en la ciudad. Habían acudido a entidades de acogida, pero no eran usuarios de los servicios sociales municipales. Desde el Ayuntamiento se consideraba que seguían un proceso de integración normal, ya que dos miembros de la familia trabajaban y había un proceso de escolarización normal.

El accidente se produjo horas antes de que el Ayuntamiento de Manresa presentase a los medios de comunicación el plan de inmigración con el que se pretende mejorar la situación de la población que no es de origen nacional, actuando básicamente en las políticas de escolarización y de ocupación laboral. En el transcurso del acto, el concejal responsable del plan, Josep Ramon Mora, se lamentó de la tragedia y afirmó que "seguramente, si hubiesen podido vivir en una vivienda con más concidiones, no se habría producido el accidente".