Romero comunica a la ejecutiva de IU que dejará el cargo cuando propicie una nueva dirección
El coordinador de IU, Antonio Romero, comunicó a la ejecutiva de IU -que comenzó una reunión en la tarde del miércoles y se prolongó hasta la madrugada de ayer- que permanecerá en el cargo sólo hasta que se despeje la extrema crisis que padece la organización y se perfile una nueva dirección. Según fuentes de la ejecutiva, aunque Romero dijo al principio de la reunión que se limitaría a presentar una cuestión de confianza ante el Consejo Andaluz, al final desveló que dejará el cargo en meses. IU podría aprovechar la asamblea regional que preparará el congreso federal para elegir otro equipo.
Izquierda Unida de Andalucía vive momentos de desconcierto. El último descalabro electoral, que le ha colocado en los niveles de representación más bajos de su historia autonómica, ha dejado a la mayoría de sus miembros con los ánimos por los suelos. Aún no está clara cúal será la salida, pero el propio Romero adelantó a los suyos que se irá en cuanto se vislumbre la fórmula de la transición.El coordinador, como explicó ayer personalmente en una conferencia de prensa, no ha creído oportuno dimitir de manera irrevocable y "dar un portazo en momentos tan difíciles". El paso que ha elegido, y que comunicó también oficialmente, es someterse a la votación secreta del Consejo Andaluz, máximo órgano entre asambleas e integrado por más de un centenar de miembros, convocado para el domingo 2 de abril.
Al margen del resultado, aseguró que renuncia desde ya a volver a ser candidato a la presidencia de la Junta en las próximas elecciones, optar otra vez a coordinador regional, y se comprometió también a propiciar una renovación tranquila, serena y con debate.
Según fuentes de la ejecutiva, es bastante improbable que el Consejo Andaluz eche a Antonio Romero, ya que se trataría de la solución más traumática de las que se barajan. Además, no es seguro que lo permita la correlación de fuerzas entre los diferentes sectores que lo componen. En la reunión del miércoles, que se extendió hasta la madrugada de ayer, buena parte de los dirigentes criticaron la campaña del candidato, su discurso y estrategia. Pero lo hicieron sin acritud y ataques personales, ya que estos mismo dirigentes han tenido también malos resultados en sus circunscripciones.
En líneas generales, aseguran estas mismas fuentes, un sector planteó al coordinador que debería marcharse o, al menos, pactar un plazo para abandonar el cargo. Alargar la incertidumbre, según esta tesis, supondría un enorme desgaste para el propio Romero. Algunos propusieron, incluso, una dimisión colectiva de la ejecutiva para dar ejemplo y varios responsables provinciales ofrecieron la suya.
Otros miembros de la ejecutiva, sin embargo, sostienen que lo que quiso decir Romero al anunciar su marcha es que no está agarrado a nada, pero el final de su continuidad no tiene ninguna fecha. Este sector, principal mentor del actual coordinador y el que la aupó a la cúpula de IU y a la candidatura a las elecciones autonómicas, opinaque si el Consejo Andaluz le renueva la confianza -la hipótesis más realista-, la lectura es de "total estabilidad y ninguna provisionalidad". Transcurrirá más de un año para que se produzca el relevo en la coordinación andaluza.
Tampoco creen estos dirigentes que la asamblea regional preparatoria del congreso federal de diciembre pueda elegir una nueva dirección, habida cuenta de que hace pocos meses, en la XII asamblea de noviembre, salió una y los equilibrios son los mismos que entonces.
En cualquier caso, las palabras de Antonio Romero de ayer sonaron a que no seguirá de coordinador más tiempo del necesario, ya sean cuatro meses o un año: "Propiciaré una renovación tranquila y serena para que otras personas se hagan cargo de la dirección".
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