La Iglesia recuerda al Gobierno que "ya es hora" de solucionar la clase de religión

"Ya es hora de que solucione el problema de la clase de religión", retó ayer al Gobierno de Aznar uno de los obispos más activos de la Conferencia Episcopal Española (CEE), de la que fue secretario general y portavoz. Se trata de José Sánchez, prelado de Sigüenza-Guadalajara y presidente de la Comisión de Medios de Comunicación Social. La Iglesia demuestra así que tiene prisa por aprovecharse de los resultados electorales del pasado domingo, recuperando el tiempo perdido en la pasada legislatura de minorías parlamentarias. Poco antes de comenzar una reunión sobre radio y evangelización, el obispo Sánchez, en declaraciones a Europa Press, pidió soluciones al Gobierno salido de las elecciones del 12 de marzo. Y el primer problema que puso sobre la mesa fue el de la clase de religión, que es ahora de oferta obligatoria en los centros escolares y voluntaria para los alumnos, que, sin embargo, deben asistir a una asignatura alternativa cuyos contenidos disgustan sobremanera a los prelados.

Aznar prometió hace cuatro años una solución acorde con los deseos de la CEE (incluso descalificó el modelo acordado por el Gobierno socialista con el famoso símil de "la alternativa del parchís"), pero frenó más tarde la solución para evitar una imagen excesivamente dependiente de la Iglesia. Ahora, uno de los obispos de mayor prestigio le recuerda al PP que llegó el momento de las soluciones.

"Si es de forma ideal y conforme a nuestras expectativas, no lo sé, pero ya es hora. Sea con este Gobierno o con otro que pueda venir. No se puede seguir arrastrando una cuestión durante 20 años en algo que es para nosotros tan importante", dijo el obispo Sánchez a Europa Press. "Ha de llegarse ya a una solución pactada que sea conforme a las exigencias manifestadas en los acuerdos Iglesia-Estado de 1979. Pienso que ya es hora", añadió.

El prelado afirma que la Iglesia católica no quiere una situación de privilegio ("no excluimos que otras religiones tengan la parte que les corresponde de presencia en la escuela", explicó), sino que "se respeten fundamentalmente los derechos de los padres y de los ciudadanos". "Eso es una verdadera democracia y es la verdadera libertad", concluyó el obispo.