Detenido un joven de 19 años acusado de matar a su padre a puñaladas y quemar el cadáver
Un crimen de los que sacan a la luz el lado más oscuro de la condición humana causó ayer horror en Sant Vicenç dels Horts (Baix Llobregat): un joven de 19 años de edad, Narciso Aguilar Martínez, había sido detenido durante la madrugada de ayer acusado matar a su padre, de 45 años, a puñaladas e intentar después deshacerse del cadáver colocándolo en el portaequipajes del coche y prendiéndole fuego. Otros tres jóvenes, todos ellos menores de edad, fueron detenidos como cómplices del parricidio, entre ellos otra hija de la víctima.
El presunto parricida fue arrestado por la Guardia Civil horas después de haber denunciado personalmente la desaparición de su padre. Además de Narciso Aguilar, también fueron detenidos su hermana Verónica, de 14 años, y otros dos jóvenes amigos de éstos, Esther A. A., de 17 años, y Dimas O. G., de 14 años. Las primeras investigaciones de la Guardia Civil apuntan a que el parricidio se produjo la tarde del pasado lunes en la casa adosada de dos plantas situada en el número 21 de la calle de Sant Josep -en un barrio residencial de reciente construcción situado en Sant Vicenç dels Horts-, en la que la víctima, Alejandro Aguilar, de 45 años, vivía con sus dos hijos después de que su mujer abandonara el hogar familiar hace dos meses.
Esa tarde, Alejandro Aguilar y su hijo mayor, Narciso, sostuvieron una violenta discusión, una de las muchas que tenían, que trascendió incluso a los vecinos. "Se escuchaban portazos, golpes, gritos y un continuo subir y bajar de escaleras", señalaba ayer una mujer de unos 50 años que vive en la casa contigua al escenario del crimen.
Numerosas peleas
Esa no había sido, al parecer, la única discusión violenta entre padre e hijo desde que hace dos años la familia llegó a Sant Vicenç dels Horts procedente de El Prat del Llobregat.
Otra vecina, que reside en la casa situada frente al domicilio que compartían el presunto parricida y su víctima, había sido testigo de otras peleas. "Más de una vez nos asomamos y vimos cómo llegaba la Guardia Civil a la casa", aseguraba.
Esa fatídica tarde del pasado lunes, sin embargo, la pelea entre padre e hijo llegó hasta sus últimas consecuencias. Supuestamente, el joven la dio por acabada agrediendo a su padre con un cuchillo. Al día siguiente, hacia las cinco de la tarde, apareció ardiendo un vehículo debajo del puente por el que cruza la vía del tren, en un punto en el que se acaba la última calle del mismo barrio residencial y empieza una zona agrícola y forestal.
Cuando el incendio fue sofocado, en el maletero del coche apareció el cuerpo calcinado de una persona. Las gestiones de la Guardia Civil aclararon muy pronto la identidad del fallecido: Alejandro Aguilar, propietario del coche, a cuyo domicilio habían acudido varias veces avisados de las peleas que mantenía con su hijo.
El joven, que volvió ayer a la casa para participar en la reconstrucción de los hechos, fue detenido cuando pasaba media hora de la medianoche del martes al miércoles; su amiga Esther, acusada de participar como cómplice en el intento de hacer desaparecer el cuerpo de la víctima, dos horas después.
Durante la mañana también fueron detenidos los otros dos menores, aunque todavía no estaba claro su grado de impliación en los hechos. El Juzgado de Instrucción número seis de Sant Feliu se ha hecho cargo del caso.
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