Giovanni Orefici dice que mintió al juez instructor del 'caso Intelhorce'
El empresario italiano Giovanni Orefici reconoció ayer ante el tribunal de la Audiencia Provincial de Málaga que juzga el caso Intelhorce (donde se intenta esclarecer la presunta venta fraudulenta y descapitalización de la textil) que mintió en su día al juez instructor del caso, Juan Francisco Ramírez Barroso, para declarar ante él "lo que quería oír". Orefici relató al tribunal, respondiendo a las preguntas del fiscal, que el instructor "intentaba por todos los medios conectar el caso con altos poderes políticos".El empresario italiano comenzó ayer a responder a las preguntas del Ministerio Público, y se prevé que su declaración se prolongue durante varios días. Ha sido el acusado que ha abierto la fase de los interrogatorios. Desde que comenzó el juicio, en el mes de enero, hasta este momento, se han estado debatiendo las cuestiones previas.
Agrupación por hechos
Para ordenar los interrogatorios de modo que los acusados a los que se piden penas menores no tengan que acudir a todas las sesiones del juicio, el presidente del tribunal, Federico Morales, ha decidido agrupar los interrogatorios en bloques en función de los distintos hechos que se juzgan en el caso. Para ello, ha solicitado a las partes que vuelvan a elaborar una lista de los testigos y peritos que desean oír en relación con cada uno de los delitos.
Pero Orefici tendrá que permanecer en el banquillo seguramente durante toda la vista. La acusación pide para él un total de 33 años de cárcel por estafa, cohecho, apropiación indebida, simulación de contrato, delito societario y delito fiscal. En el interrogatorio de ayer, las respuestas del empresario italiano se ajustaron a lo que declaró en la anterior celebración del juicio, que se anuló por jubilación del presidente de la sala.
Orefici reiteró que la multinacional italiana Benetton apoyó en su día la compra de la textil. Reconoció que los responsables de la empresa fueron reticentes en un primer momento, pero señaló que después de realizar los estudios pertinentes, Carlo Benetton visitó Málaga para comprobar la situación de la textil y le animó a seguir adelante.
También reconoció que la empresa que empleó para adquirir Intelhorce, Benorbe, tenía inicialmente por objeto social la construcción y explotación de viviendas, y que tras decidirse a adquirir la textil, en abril de 1988, aumentó su capital social a través de una empresa domiciliada en Gibraltar y modificó también su objeto social para convertirla en empresa del ramo textil.
Ya fuera del juicio, el empresario italiano mostró su satisfacción por la sentencia de la Comisión de Derechos Humanos de la Unión Europea que obliga al Estado a indemnizarlo con dos millones de pesetas por el daño moral que le ha ocasionado permanecer en la cárcel dos años y medio de forma improcedente y sin que se celebrara el juicio. "Creo en la justicia, pero está hecha por personas y hay errores", dijo.
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