El PP saca rentabilidad al silencio en Almería

Almería volvió a parecerse más a otras zonas de España que al resto de Andalucía y encima de la vigorosa ola del crecimiento del Partido Popular en todo el Estado le dio la vuelta a los resultados de las elecciones autonómicas de 1996. Los populares lograron seis de los once diputados en juego en la circunscripción. Izquierda Unida perdió a su único representante electo en la provincia para el Parlamento andaluz y el PSOE se quedó como estaba, con cinco.Almería ha vivido estas elecciones con un tono más nacional que autonómico. La zona del Poniente, el motor y milagro económico de la provincia gracias a su agricultura intensiva de invernadero, fue el escenario de los brotes racistas que llevaron a El Ejido y Almería en general a la primera plana no sólo de los medios españoles, sino internacionales. Por primera vez, toda la zona era protagonista de plenos del Parlamento Europeo y de reuniones apresuradas de los ministros de Madrid. Pero no era por motivos dignos de celebración. Muchos de los almerienses se sintieron insultados e incomprendidos y el silencio o las quejas de los partidos ante los sucesos racistas marcó bastante la voluntad de muchos ciudadanos a la hora de decidir que papeleta poner en la ranura. Precisamente, el Partido Popular ha obtenido muchos votos en todas aquellas poblaciones como el propio El Ejido, Níjar, etcétera, donde mayor concentración de inmigrantes hay. Ellos no votan. En El Ejido, el PP obtuvo casi el 64% de los votos emitidos, 18 puntos más que en los comicios autonómicos de 1996. Como contraprestación obvia, el PSOE se ha pegado un verdadero batacazo.

El presidente del PP de Almería, Rogelio Rodríguez-Comendador, aseguró que el triple triunfo (seis diputados al Parlamento andaluz, tres de los cinco al Congreso y tres senadores) se basa en la movilización del electorado popular que ha "aprendido" de la pérdida del ayuntamiento capitalino en las últimas municipales.

Por su parte, el secretario de Organización del PSOE y candidato al Senado, Diego Asensio, culpó a la tajada que el PP ha sacado de su silencio ante los sucesos de El Ejido para justificar, en parte, el descalabro.