La elección de los clientes deja en tablas la lucha de PNV y no nacionalistas por controlar la Vital
Los impositores dan a cada bloque el 50% de su representación en la Asamblea General
Los partidos no nacionalistas y el PNV se encuentran en un empate técnico en su lucha por controlar los órganos de poder de la Caja Vital tras la elección ayer de las personas que representarán a los clientes en la Asamblea General de la entidad financiera. En la actualidad, los no nacionalistas disponen, según sus cálculos, de casi la mitad de los votos de los 100 miembros que integran el órgano que elegirá al nuevo Consejo de Administración. Mientras, el PNV, con los resultados de ayer, se siente apoyado por cerca de 50 asambleístas, según señaló uno de sus representantes.
Un 80% de los 410 compromisarios -elegidos por sorteo entre los 255.000 clientes de la caja- acudieron a votar para elegir a los 41 representantes de los impositores durante los próximos cuatro años. Sólo 21 de éstos tomarán posesión del cargo ya y podrán votar en la Asamblea General que se celebrará el próximo día 30 de marzo. El PNV logró 10 representantes por los 11 que obtuvieron los partidos no nacionalistas. Mientras, los otros 20 hasta completar los 41 accederán a sus cargos en 2002. De ellos otros 10 son del PP, PSE y UA; siete, del PNV; dos, del comité de empresa y uno, independiente.Tradicionalmente, la elección de los representantes de los clientes no pasaba de ser una anécdota, en un proceso siempre dominado de manera incontestable por el PNV. Ayer, sin embargo, el vestíbulo de la Caja Vital, donde estaban ubicadas las urnas, era un hervidero de políticos locales expectantes. Por primera vez en la historia de la entidad, la hegemonía del PNV corre un serio riesgo.
La Asamblea General está integrada por las 41 personas elegidas por los impositores; otras cinco proceden del comité de empresa de la entidad, de forma proporcional a la representación sindical; 32 son representantes de los ayuntamientos y 22 son elegidos por las entidades fundadores de la Caja, es dedir, el Ayuntamiento de Vitoria y las Juntas Generales de Álava.
Los representantes de todos los estamentos estaban elegidos, excepto los de los impositores. Hasta la elección de ayer, los apoyos al PNV y a los partidos no nacionalistas, agrupados en torno a la llamada Plataforma por la Pluralidad, estaban equilibrados. Según los cálculos de la Plataforma, sus fuerzas se elevaban a 36 asambleístas (los 22 de las entidades fundadoras, nueve de municipios y cinco de impositores). Con los 11 de ayer, la suma llega hasta los 47 votos.
El PNV contaba, en su opinión, antes de la votación con 27 apoyos (16 de municipios y 11 de impositores), pero a su favor cuentan los tres asambleístas de EA (procedentes de municipios), los dos de EH (de los ayuntamientos de Llodio y Legutiano) y los dos independientes procedentes del Condado de Treviño. En total 34. Con los 10 de ayer, el PNV suma 44. Se trata de cálculos realizados por los partidos, pero alguno de esos apoyos tal vez podría ser más inestable de lo que algunas formaciones creen.
Con este panorama, se antoja decisivo el signo del voto del comité de empresa, formado por cinco personas, tres pertenecientes a ELA y dos a CC OO, y de los cuatro asambleístas con que cuenta el presidente de la Cooperativa Vitoriana de Vivienda, José Antonio Gordo, que desea erigirse en un grupo de presión entre el bloque nacionalista y el no nacionalista.
Sin embargo, los representantes de la Plataforma por la Pluralidad no dudaron en calificar los resultados de ayer de "determinantes" de cara a la elección del nuevo Consejo de Administración. Así, Juan Carlos Prieto, representante del PSE, aseguró que la Plataforma ha logrado "la mayoría entre los impositores y eso se notará en la Asamblea del día 30". Según Prieto, en esa fecha se podrá comprobar los apoyos reales de cada bloque, en una clara alusión a que los votos con los que dice contar el PNV no son tan firmes.
Los nacionalistas hacen la interpretación opuesta. Admiten la "igualdad" en la correlación de fuerzas, aunque se atribuyen una ventaja mínima. "Los resultados son satisfactorios porque nuestra candidatura ha sido la más votada. Ha sido un triunfo", comentó un miembro del PNV en la Caja. Según sus cálculos, ahora mismo cuentan con 46 votos frente a 45 de los no nacionalistas.
En un clima de euforia contenida, desde el PP apuntaron que "ha sido una fiesta de la democracia. El PNV no puede monopolizar todo. El próximo presidente de la Vital va a ser no nacionalista".
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