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"En el Madrid me han dicho '¡vete!', y no soy un perro", dice el delantero

Diego Torres

Amparado en descripciones vagas, temores y anécdotas, Anelka denunció que en el Madrid conspiran en su contra en dos entrevistas, una concedida al periódico Le Parisien y otra a la agencia France Presse: "Jamás he hecho tantos esfuerzos para integrarme a un equipo. Pero hay personas que ponen sus obstáculos. ¿Habéis visto lo que dijo Hierro ayer [por el viernes, cuando el capitán del equipo apuntó que Anelka no estaba integrado al grupo]? ¿Qué es lo que me reprochan? Me culpan de no sonreír. Pero por mí pagaron 5.600 millones y nadie pone 5.600 millones sobre la mesa para ver a un tío sonreír... Yo discutí con el entrenador, Del Bosque, y con el director deportivo, Martínez Pirri, en su despacho. Ellos me dijeron: 'Tu puedes venir aquí cada vez que tengas un problema, la puerta estará siempre abierta de par en par para ti'. ¡Qué timo! Todos ellos han hablado mal de mí. Me han dicho '¡vete!'. Pero no soy un perro."El hermano y representante del delantero, Didier Anelka, habló con este periódico por teléfono desde su casa y con voz agitada. Esperaba una llamada. La del presidente del Madrid, Lorenzo Sanz, que el viernes no le quiso recibir en su despacho del Bernabéu: "Todavía no me ha llamado, pero nos tenemos que reunir para resolver este problema. Nicolas está bien, aquí en casa. Nos rodean cientos de periodistas, en la calle... No quiero hablar del futuro, de si mi hermano seguirá o no en el Madrid. Ése es un tema que no quiero comentar ahora". Sanz no quiso recibirle el viernes -le remitió al vicepresidente, Juan Onieva- y el desaire sentó mal a Anelka, como reflejó en France Press: "El viernes fui a ver a Onieva a su oficina y me habló de mala manera, a mí y a mi hermano. Nos echaron".

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Anelka demostró que está muy susceptible, y que analiza todo el detalle. Tanto, que cuando convirtió su primer gol con la camiseta del Madrid en un partido oficial, en el Mundial de Clubes de Brasil, aseguró que nadie lo celebró. Dijo a Le Parisien que tras meter el gol vio que "nadie lo celebraba". Incluso dirigió su vista al banquillo para encontrarse con un cuadro desolador: "En el banquillo todos se hacían los indiferentes".

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Sobre la firma

Diego Torres
Es licenciado en Derecho, máster en Periodismo por la UAM, especializado en información de Deportes desde que comenzó a trabajar para El País en el verano de 1997. Ha cubierto cinco Juegos Olímpicos, cinco Mundiales de Fútbol y seis Eurocopas.

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