_
_
_
_

Anelka, suspendido de empleo y sueldo El jugador se niega otra vez a entrenarse, y Lorenzo Sanz dice que tiene "problemas psíquicos"

Diego Torres

La junta directiva del Real Madrid decidió ayer suspender de empleo y sueldo a Nicolas Anelka, después de que el jugador se negara a entrenarse por segundo día consecutivo justificando su rebeldía en un puñado de causas, entre las que destacan el ser víctima de una vaga conspiración por parte de sus compañeros, su entrenador y hasta la directiva. "En este equipo no la toco [a la pelota]", explicó el jugador en su dirección de Internet, y reclamó un cambio en el sistema de juego del Madrid. El presidente del club, Lorenzo Sanz, se reunió por la tarde con los representantes del delantero, Julio César Carpeggiani y Marc Roger, para comunicarles que le buscaran equipo porque deseaba venderle. Al terminar el partido contra el Sevilla, Sanz declaró que "lo que le pasa a Anelka tiene que ser psíquico, sino no tiene sentido. Porque hace chiquilladas pero a la hora de cobrar, cobra como un adulto". Hoy el equipo volverá a entrenarse y los jugadores esperarán con curiosidad la llegada del francés, que pronto cumplirá 21 años y del que ayer Raúl dijo que no tenía "ningún comentario" que hacer. Sanz aclaró que antes de entrenarse con el equipo Anelka deberá pedir perdón públicamente a sus compañeros y a su entrenador por lo que ha hecho y ha dicho. En tal caso, se estudiaría el levantamiento de la suspensión de empleo y sueldo.

Más información
"En el Madrid me han dicho '¡vete!', y no soy un perro", dice el delantero

Anelka no se entrenó ayer con los jugadores que no fueron convocados para jugar contra el Sevilla. El director general del Madrid, José Martínez Pirri, le esperó en la Ciudad Deportiva, de pie en el césped, mirando su reloj pulsera con ansiedad. La condición de jugador "apartado del equipo" que le impuso el club el viernes le dejaba fuera de las convocatorias pero le obliga a entrenarse. Sin embargo Anelka no apareció y cuando Pirri le llamó para interesarse argumentó que se había quedado dormido.

En dos entrevistas publicadas ayer por la prensa francesa, el delantero aseguró que su situación es "insoportable" y que quiere volver "a casa, a París". Además, señaló que el entrenador madridista, Vicente Del Bosque, le ha marginado. Es más, que el técnico, sus compañeros -cita a Fernando Hierro- y hasta los directivos parecen formar parte de un mecanismo que opera en su contra.

Anelka lleva dos días en erupción. Desde su mansión en la lujosa urbanización de La Moraleja, disparó su rabia y justificó su actitud en la ruptura de un silogismo que según su lógica cobra carácter de ley fundamental: si el Madrid se ha gastado 5.600 millones de pesetas por ficharle, convirtiéndole en el jugador mejor pagado y más caro del fútbol español, entonces el equipo debe jugar para él. Como dijo a Le Parisien: "Yo sólo quiero saber por qué ellos [los directivos y los técnicos del Madrid] me han comprado al Arsenal a un precio altísimo y ahora resulta que no me respetan más. Si se arrepienten de haberme fichado que me lo digan en la cara. No hay problema, me vuelvo a Francia". La idea de que el equipo debe jugar para él quedó reforzada por una entrevista que Marca publicó ayer: "Este sistema no se adapta a mi forma de jugar. Yo sólo quería hablar con el míster, pero él no ha hecho nada por escucharme".

El entrenador, Vicente Del Bosque, capeó el temporal con su habitual gesto grave y reposado. Mirando de frente, al vacío, ayer después del partido contra el Sevilla, contestó a la acusación que le lanzó Anelka reprochándole su falta de atención: "Yo considero que le he escuchado, el viernes pasado y cada vez que hemos hablado. Le he escuchado y le he hablado con mucho cariño, con cariño y con dureza como es lógico en este caso".

Del Bosque venía de escuchar cómo en los momentos de mayor silencio en el Bernabéu, durante el partido, el grupo fanático de hinchas madridistas Ultrasur, entonaba consignas insultantes contra Anelka: "¡Es una estafa, Anelka es una estafa!, ¡Vete ya, Anelka vete ya...". El resto del público se mantuvo en silencio. Del Bosque tuvo palabras de dolor: "El asunto está en manos del club. Me duele por él [Anelka] porque no es correcto que obre así. Como buen profesional debe estar para lo bueno y para lo malo, y la afición demanda de él que esté en todos los momentos".

Pensando en el Dinamo

Los jugadores del Madrid confirmaron después del partido que el traumático cambio de ritmo que impusieron a su juego en el segundo tiempo se debió a que pensaban en el partido del próximo martes, contra el Dinamo de Kiev, en Liga de Campeones. "Yo sé que los aficionados se aburren, pero no somos máquinas", aseguró Morientes. Su entrenador, Del Bosque, lo reconoció: "Los jugadores han tenido la mente en el Dinamo".

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites
_

Sobre la firma

Diego Torres
Es licenciado en Derecho, máster en Periodismo por la UAM, especializado en información de Deportes desde que comenzó a trabajar para El País en el verano de 1997. Ha cubierto cinco Juegos Olímpicos, cinco Mundiales de Fútbol y seis Eurocopas.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_