PSE e IU se enzarzan en una polémica de última hora sobre la retirada de la candidatura en Álava
El PSE e IU se enzarzaron ayer, a falta de 48 horas para las votaciones, en una polémica sobre la retirada de la candidatura alavesa de la federación al Congreso. El vicesecretario general de los socialistas Javier Rojo, pidió por carta al coordinador provincial de IU que no presentase finalmente su lista, "para ganar a la derecha". Una demanda que sobrepasa los acuerdos adoptados por las direcciones federales y que fue rechazado de inmediato por IU. Dirigentes alaveses de la federación calificaron la demanda de "deslealtad" y criticaron al PSE por no aceptar antes una coalición "y ahora querer que nos inmolemos".
Los socialistas culminaron con la carta del vicesecretario general de Álava, Javier Rojo, sus presiones a IU para que fuera más allá de los compromisos adoptados por las direcciones federales de ambas fuerzas. Empezaron esta semana con las declaraciones del cabeza de lista por Álava, Ramón Jaúregui apelando a los votantes de IU a tener en cuenta que están ante una oportunidad histórica para llegar al Gobierno de España, y han concluido con la misiva de Rojo. Éste reconoce que que la retirada de la candidatura de IU al Congreso es "algo excepcional", pero justifica su demanda en "la situación por la que hemos atravesado en Álava y los acontecimientos que han tenido lugar", en referencia al asesinato de Fernando Buesa y de su escolta, el ertzaina Jorge Díez. En un tono amable, pero contundente, le pide al responsable alavés de IU que "desde IU hagamos posible un voto de los progresistas alaveses que sume para ganar a la derecha: el voto a la candidatura PSOE-progresistas al Congreso de los Diputados y, para el Senado, el voto a los dos candidatos socialistas y a la candidata de IU". Rojo resalta que en Álava los ciudadanos progresistas son más que los que se decantan por otras opciones: "No podemos permitir que la derecha aproveche nuestra división para alzarse con la victoria electoral en Álava".En 1996 IU obtuvo 19.535 votos (el 11,58% de los emitidos) y el PSE 42.561. El PP ganó por 3.200 votos más, 45.761, mientras que el PNV consiguió 33.761. De los 164.936 votos a candidaturas en aquellas elecciones, 41.000 se fueron al cubo de la basura, ya que no sirvieron para obtener representación en el Congreso de los Diputados. Más de 12.000 personas votaron a HB, más de 19.000 a IU y más de 9.000 a EA.
Deslealtad
El coordinador de IU de Álava, José Miguel Fernandez, calificó la demanda de los socialistas de "deslealtad" con el acuerdo suscrito en Madrid y que sólo les vincula en la candidatura al Senado. "Le hemos planteado hasta en dos ocasiones al PSE hacer una coalición o una agrupación electoral [para el Congreso] y no han querido. Ahora no es de recibo que nos pidan esto", declaró. A pesar de este rechazo dejó muy claro que el acuerdo de los "dos partidos de izquierdas" marca un antes y un después en la relación de ambos partidos que hay que consolidar y desarrollar".
Más duro estuvo el parlamentario Koldo Usín. Aunque tampoco llegó a cuestionar el futuro de la colaboración, recordó que las diferencias entre las dos formaciones son muy grandes. Usín explicó que "no hay que olvidar que quien inicia las privatizaciones es el PSOE, y también quien da los primeros pasos para bajar las prestaciones por desempleo y quien arranca con las mayores reconversiones industriales, sin olvidar el GAL".
El parlamentario de IU le dio la vuelta a la petición del PSE, aduciendo que los socialistas pueden hacer lo mismo con su electorado. "Que le diga a parte de su electorado que nos dé unos cuantos votos; así nosotros conseguimos escaño, el PSE también, y quien se queda sin el segundo escaño en juego es el PP", indicó.
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