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Los donantes que sí dieron su nombre

Pilar Bonet

Desde un fabricante de relojes (Karl Scheufele) a varios actores (Heiner Lauterbach y Uschi Glas), pasando por un cantante popular (Mendocino) y un magnate de los medios de comunicación (Leo Kirch), figuran en la lista de 33 personas que están dispuestas a echar una mano a Helmut Kohl para compensar económicamente a la CDU por el escándalo de las cuentas clandestinas.En el ambiente de censura que ha rodeado la actuación de Kohl, el apoyo abierto que le han prestado personajes dispares de distinta filiación y residentes en distintos puntos de Alemania equivale a una declaración de fidelidad y de amistad no sólo política, sino también humana, para con el hombre que con un estilo propio irrepetible hizo posible la reunificación de Alemania.

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Junto a Leo Kirch, el más generoso, está Erich Schumann, el gerente del grupo WAZ de Essen, uno de los grupos de medios de comunicación más importantes de Alemania. Schumann, que ha donado 800.000 marcos, trabajó como letrado del Partido Social Demócrata (SPD) en el pasado. En la lista está Artur Brauner, un productor de cine de 81 años que en los sesenta financió cintas como Los nibelungos y Lucha por Roma. Figura además Ernst J. Cramer, de 87 años, un miembro de la dirección de la Fundación Axel Springer. A Kohl le apoya también, a título personal, el presidente del Consejo de Administración de Nestlé, Helmut Maucher, que ha dado 500.000 marcos. Maucher es miembro de la CDU y ha sido asesor de Kohl.

Las contribuciones de algunos han sido más modestas. El cantante y productor Michael Holm (Mendocino) ha donado 5.000 marcos. El economista Karl-Heinz Jureit, de 59 años, que ni siquiera es miembro de la CDU, ha dado 10.000 marcos por considerar que Kohl es la persona que más ha hecho por Alemania en este siglo. En la lista hay también un nombre extranjero, el de lord Arthur George Weidenfeld, de 80 años, que huyó al Reino Unido tras el Anschluss de Austria y que ha prometido 30.000 marcos.

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Sobre la firma

Pilar Bonet
Es periodista y analista. Durante 34 años fue corresponsal de EL PAÍS en la URSS, Rusia y espacio postsoviético.

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