Un precedente de un 'topo' francés en favor de Belgrado

En octubre de 1998, el comandante Pierre-Henri Bunel, jefe de gabinete del general Pierre Wironth, máximo representante de Francia en la OTAN, fue procesado en París y acusado de "traición" y de "espionaje con una potencia extranjera". Sometido a interrogatorio por los servicios de contraespionaje, el comandante Bunel admitió haber transmitido a un agente serbio valiosas informaciones clasificadas como "secreto de defensa" y "secreto OTAN" sobre los planes militares a realizar en el caso de una intervención en Kosovo contra el Ejército de Belgrado. De acuerdo con su testimonio, el militar francés mantuvo cuatro entrevistas, entre julio y octubre de 1998, con Jovan Milonovic, diplomático de la delegación yugoslava en la sede de Bruselas de la Unión Europea y, en realidad, miembro de los servicios de espionaje serbios. Además de responder a todas las cuestiones planteadas por su interlocutor, Bunel le entregó el 1 de octubre de ese año la copia de un documento en el que se describía el tipo de operaciones aéreas programadas por la OTAN y las fases del proceso de toma de decisiones.

Tras un primer contacto en un restaurante serbio de la capital belga, el comandante Bunel informó con detalles a Milosanovic -que, al parecer, tiene el grado de coronel del Ejército yugoslavo- del número de aviones utilizados en las operaciones aéreas, la localización y naturaleza de los objetivos marcados e incluso el plan de un eventual despliegue terrestre. Según los agentes del contraespionaje francés, la información suministrada a los serbios por el comandante Bunel, que siempre ha sostenido que actuó en solitario, contaba con un grado de certeza del 80%.

Recluido en la prisión de La Santé, en octubre de 1998, Pierre-Henri Bunel fue excarcelado, a la espera de juicio, el 23 de agosto de 1999. Durante los ataques de la Alianza en Kosovo, el comandante hizo saber, a través de su abogado, que se solidarizaba plenamente con los aliados y con los ataque aéreos.