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Elecciones 2000

El PSOE califica de "cacicada" adjudicar la telefonía móvil a 48 horas de las elecciones

El PSOE hizo ayer, en la víspera del cierre de la campaña electoral, una durísima labor de oposición a la decisión que tiene previsto adoptar hoy el Ejecutivo del PP. En el orden del día del Consejo de Ministros figura la adjudicación por concurso, a 48 horas de la cita con las urnas, de las cuatro licencias de telefonía móvil de tercera generación (que permiten conectar el teléfono celular a Internet), así como otras seis de telefonía local vía radio y diez de radio digital. Joaquín Almunia no dudó en calificar de "cacicada" y "nuevo abuso de poder" este cierre de mandato de José María Aznar.

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El PSOE dirigió ayer sus disparos de más grueso calibre a la adjudicación por concurso, prevista para hoy, de las cuatro licencias de telefonía móvil de tercera generación. En Alemania, Holanda o Reino Unido, por ejemplo, la adjudicación de estas licencias se ha realizado por subasta. Y en el Reino Unido, el Estado prevé recaudar 1,5 billones de pesetas por la subasta de cinco licencias.Los socialistas destacaron que "el Consejo de Ministros ofrecerá mañana [hoy] otro gran pelotazo" con la concesión de estas licencias, pues se concederán "a cambio de 88.000 millones de pesetas cuando su valor real es de un billón de pesetas". Con ello, añaden en el PSOE, "los amigos de Aznar volverán a dar un gran golpe de 912.000 millones de pesetas a costa del patrimonio de todos los españoles".

Joaquín Almunia, ayer por la mañana en Leganés, dejó una puerta abierta para que el Gobierno no "reparta concesiones en telecomunicaciones cuando quedan sólo dos días para las elecciones". Si lo hace, aseguró, "supondrá un nuevo abuso de poder para favorecer a sus amigos y amedrentar a quienes no se pliegan a sus deseos".

Los socialistas argumentan que, con esta concesión de telefonía móvil, el Estado sólo ingesará 88.000 millones de pesetas por la cesión de "un recurso escaso aún en manos del sector público como es el espectro radioléctrico". Según el PSOE, esta operación es de "exclusiva responsabilidad del Gobierno" ya que, afirman, funcionarios de la Administración y de la Comisión del Mercado de Telecomunicaciones propusieron al Ejecutivo que "el procedimiento de adjudicación fuera de subasta pública". De haberse aplicado, añaden, "el Estado habría obtenido por las cuatro licencias unos ingresos del orden de un billón de pesetas".

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Desde por la mañana los socialistas se volcaron en la oposición a esta previsible última medida del Ejecutivo del PP antes del 12-M. A primera hora, el número uno por Sevilla, Felipe González, fue entrevistado por la Cadena SER en el programa de Iñaki Gabilondo. González pronosticó que con estas cuatro licencias "se montará un espectáculo que vamos a ver en muy poco tiempo". Lo resumió así: "Imagínense que pagan 100.000 millones por esas licencias y que dentro de dos meses aparecen en la Bolsa como valiendo un billón, diez veces más. Todo el mundo dirá: ¡Qué buenos gestores! No, no". González añadió que hubiera preferido "una verdadera subasta de esas ofertas", como en otros países, "para que no haya más de lo mismo, más de este inmenso pelotazo financiero para enriquecer a muy poca gente".

"Pelotazo"

Las críticas se concentraron en el "pelotazo" que, según el PSOE,disfrutarán los adjudicatarios de esas cuatro licencias de móvil de tercera generación. Los socialistas no se refirieron a las seis licencias de telefonía local vía radio (conocidas como de cable sin cable y que funcionan como una telefonía fija pero que utiliza el sistema de radio donde no llega el cable) porque estas últimas exigen fortísimas inversiones iniciales para empezar a ser rentables.

Sí dirigieron, en cambio, sus disparos a la adjudicación de las diez licencias de radio digital. Alfredo Pérez Rubalcaba, secretario de Relaciones con los Medios,aseguró que "el Gobierno del PP ha tratado de condicionar la difusión que los medios de comunicación han realizado de la campaña electoral con la amenaza de que tomaría la decisión de adjudicar estas concesiones dos días antes de las elecciones". A su juicio, el anuncio, realizado hace semanas por el ministro de Fomento, Rafael Arias-Salgado, de que sería hoy el día que adjudicarían la radio digital "no tiene más explicación que la de influir torticeramente en los medios de comunicación, trasladándoles la idea de que podía premiar a unos y castigar a otros". Esto, a juicio de Rubalcaba, "es vulnerar todas las reglas del juego limpio en democracia y una clara perversión del proceso electoral". Según Rubalcaba, "no hay nada que justifique que el Consejo de Ministros decida en su última reunión este concurso de adjudicaciones" y aseguró "que los propios solicitantes de las concesionnes han mostrado su perplejidad ante la prisa del Gobierno para dejar decidido este asunto".

Almunia fue más allá. Afirmó que ese intento de "amedrentar" a los medios de comunicación que "no se pliegan" al PP es "un atentado contra los usos y costumbres de la democracia". Y añadió: "Si el Gobierno hace esa cacicada no puede extrañarle que le llamemos Romanones". Durante toda la campaña, y después de que el líder del PP utilizara una conocida cita del conde de Romanones, Almunia ha comparado la España de Aznar con la del noble, por los usos caciquiles de compraventa de votos que eran costumbre en aquella época.

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