Conflicto en Olesa al intentar prescindir el PSC de una candidata a la alcaldía

Olesa de Montserrat, que desde 1979 ha tenido ya seis alcaldes, vive una rocambolesca historia de sucesiones: el alcalde elegido, el socialista Enric Térmens, dimitió por motivos de salud y fue sustituido por el segundo de la lista socialista, Jaume Monné, que también anunció su intención de dejar el cargo. En pura lógica le tocaría al tercer candidato, que es una mujer, pero el partido quiere que sea el sexto. Ella se opone, alegando que no es un florero, pero el partido está incluso dispuesto a presentar una moción de censura para imponer a su candidato.

Para conseguir su propósito, además de la moción de autocensura, los socialistas necesitarán el apoyo de otras fuerzas políticas. El pleno municipal celebrado el pasado martes proclamó alcalde a Monné, que ocupaba el número dos en la lista. En su intervención, el nuevo alcalde anunció que renunciaría al cargo por motivos laborales. La renuncia sorprendió a todos menos a los dirigentes del PSC, que ya conocían la situación laboral de Monné y tenían en la mente otro candidato: Joan Rota. Pero ocurre que Joan Rota ocupa el sexto lugar de la lista y que en el tercero figura una mujer, Isabel Fernández, que por lógica sucesoria debería ser la alcaldesa. Isabel Fernández señaló ayer a este diario que el 15 de febrero se celebró una reunión, con miembros de la dirección comarcal del partido en la que ya se dijo que fuera Rota el nuevo alcalde. Ella apostó por Monné "porque le tocaba a él; si el número dos hubiera sido Rota, le habría apoyado", explica.

El caso es que ahora Isabel Fernández revindica su condición de próxima candidata a alcalde. "No es una cuestión de fondo, sino de forma", señala. Y añade: "Me pusieron en la lista como florero, porque quedaba bien o por una cuestión de cuotas. Pero no quiero que me utilicen, independientemente de que sea una cuestión de hombre o mujer". El caso es que para que Rota sea alcalde, además de presentarse una moción de censura, el PSC deberá buscar la complicidad de la oposición, que hasta ahora ha sido de todo menos colaboradora con los gobiernos socialistas. El PSC cuenta con siete de los 17 ediles del consistorio, pero en realidad sólo dispone de cinco votos, ya que Monné no podrá votar y Fernández ha anunciado que votará en contra.