Culturas

Si por algo es conocida Úbeda, al margen del aroma renacentista que desprenden sus calles y palacios, es por haberse adueñado por derecho propio de la capitalidad cultural de Jaén y, con permiso de Granada, de buena parte de la Andalucía oriental. Hace 12 años que un grupo puso en marcha, con más voluntad que medios, el Festival Internacional de Música y Danza, que con el paso de los años se ha consolidado. Diego Martínez, presidente de los Amigos de la Música, es el artífice de que, con apenas el 10% del presupuesto que se maneja en el Festival de Granada lleguen hasta Úbeda orquestas, grupos y artistas de un nivel similar. Ahí están, por ejemplo, los nombres de The Sixteen, Barbara Hendricks o Suzanne Vega, que actuarán la próxima primavera.No es de extrañar, por tanto, que este Festival, en el que nadie creía al principio, sea ahora objeto de deseo de casi todas las Administraciones, aunque no todas se rascan el bolsillo como debieran. Sorprende, por ejemplo, que ningún organismo haya sido capaz todavía de financiar un teatro digno para Úbeda, lo que ha impedido, entre otras cosas, que Nacho Duato haya podido actuar ante lo poco decoroso que hubiera supuesto una representación de ballet en un improvisado escenario del polideportivo municipal.

Tampoco parece que ha existido demasiado mimo por parte de las autoridades de Úbeda hacia Diego Martínez, fichaje estrella de la concejala de Cultura de Jaén, Cristina Nestares.

Con él se empiezan ya a recoger los primeros frutos en una capital acostumbrada a la parálisis y mediocridad cultural. De momento, hoy actúa en Jaén Alan Parsons, en su único concierto en Andalucía. Pero no será el único. The Cors, Status Quo y hasta el mismo Sting se anuncian para los próximos meses.

Claro que habrá quien cuestione las inversiones millonarias en esos conciertos de élite frente al escaso apoyo a la cultura popular. Eso mismo podrá pensar, por ejemplo, Juan del Arco, que está haciendo de la Universidad Popular Municipal una magnífica cantera de jóvenes talentos del teatro.