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Amplio despliegue policial para garantizar que los ciudadanos puedan votar en Navarra y Euskadi

Todo está preparado, desde urnas y papeletas de repuesto hasta cerrajeros -por si las puertas de los colegios electorales fueran obturadas con silicona-, para garantizar que las elecciones del próximo domingo se celebren también en los 63 ayuntamientos del País Vasco y Navarra gobernados por HB, que propugna la "abstención activa". Además del dispositivo de las juntas electorales, tanto el Ministerio como el Departamento vasco de Interior han coordinado un amplio despliegue policial para garantizar el libre ejercicio del voto en ambas comunidades.

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Hasta el más mínimo detalle está previsto. Tradicionalmente, en todas las elecciones se dispone de una reserva suficiente de papeletas, sobres, urnas o cabinas para llevarlas de inmediato, mediante empresas especialmente contratadas, a aquellos colegios electorales donde, debido a roturas, pérdidas o problemas de coordinación, se echen en falta. Pero en esta ocasión, y concretamente en el caso del País Vasco y Navarra, no se trata sólo de prever fallos fortuitos, sino de tener en cuenta la posibilidad de que una fuerza política, Herri Batasuna, que propugna la "abstención activa", intente boicotear la cita con las urnas. La preocupación se centra en los ayuntamientos gobernados por la coalición independentista: dos en Álava, nueve en Vizcaya, 32 en Guipúzcoa y 20 en Navarra.La responsabilidad de garantizar el normal desarrollo de la jornada corresponde a las respectivas juntas electorales, con el apoyo material de las subdelegaciones y delegaciones del Gobierno, dependientes del Ministerio del Interior. Además, en materia de orden público, en el País Vasco les auxilia el Departamento de Interior, que realizará un amplio despliegue para el próximo domingo con efectivos de la Ertzaintza, mientras que en Navarra, la delegación del Gobierno tiene ya preparado el suyo con las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.

El temor a que los ayuntamientos gobernados por HB pongan impedimentos a la cita con las urnas no es una mera presunción. Durante las últimas semanas varios de ellos han dado muestras de su voluntad de obsculizar el desarrollo de la votación.

Informe al fiscal

La Junta Electoral de Navarra ha elevado un informe a la Fiscalía del Tribunal Superior de Justicia de Navarra para que analice la actuación del Ayuntamiento de Etxarri Aranatz, ante su reiterada negativa a incluir en el sorteo para formar parte de las mesas electorales a 131 vecinos -presumiblemente simpatizantes de HB- que pidieron ser excluidos del mismo por no considerarse españoles. La ley electoral tipifica como delito, castigado con arresto mayor (hasta seis meses de cárcel) y multa de hasta 300.000 pesetas, el incumplimiento de las normas legales para la constitución de las mesas electorales.

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El expediente sobre Etxarri Aranatz, una localidad de 2.300 habitantes del noroeste de Navarra gobernada por la formación independentista, es el único que, de momento, ha llegado a manos del fiscal. En otros municipios navarros gobernados por Euskal Herritarrok -la marca electoral de HB-, en los que se produjeron situaciones similares, el contencioso se ha resuelto con la inclusión final en los sorteos de los vecinos que pidieron quedar excluidos.

El alcalde de Etxarri Aranatz, Fernando Flores (HB), reconoce que la junta les requirió en varias ocasiones para que repitieran el sorteo, advirtiéndoles de la ilegalidad en la que el municipio incurría. Finalmente, ante la negativa del consistorio, la junta electoral decidió el pasado sábado realizar por su cuenta el sorteo, incluyendo a todos los residentes. Pese a ello, el ayuntamiento ha instado a los vecinos que pidieron su exclusión a que no acudan el domingo a integrarse en las mesas.

En Bera de Bidasoa, localidad navarra de 3.500 vecinos, el ayuntamiento, gobernado por HB, accedió finalmente a repetir el sorteo, incluyendo a los 26 vecinos inicialmente dejados fuera por el mismo motivo ideológico. También se plegó a los requerimientos de la junta el Ayuntamiento de Berriozar, municipio próximo a Pamplona con 5.500 habitantes, que sustituyó a dos vecinos a los que había correspondido formar parte de las mesas.

Obstáculos municipales

Por su parte, la Junta Electoral de Guipúzcoa ha ido solventando día a día los obstáculos planteados por los ayuntamientos de HB. La mayoría de ellos se negaron a exponer las listas del censo en las dependencias municipales, e incluso en algunos se obligaba a identificarse a los ciudadanos que demandaban información.

Al menos tres ayuntamientos -Hernani (18.761 habitantes), Pasaia (17.255) y Lezo (5.136)- se negaron a remitir la correspondiente notificación a los vecinos a los que correspondió por sorteo formar parte de las mesas, alegando falta de medios. Tras ser advertidos por la junta de que podían incurrir en un delito electoral, el consistorio de Hernani se avino a cambiar de actitud, pero no así los otros dos, por lo que la propia junta debió realizar dicha notificación, recurriendo a empresas de mensajeria. La actitud de esos ayuntamientos ha sido notificada a la fiscalía, pero ésta no ha apreciado hasta ahora indicios de delito.

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