Una mezcla con ingredientes muy distintos
De acabar cristalizando, la fusión entre el Deutsche y el Dresdner supondrá una mezcla con ingredientes muy distintos. El Deutsche es uno de los líderes mundiales, tras la compra el pasado verano del estadounidense Bankers Trust, y ejerce como tal en el sector de nuevas tecnologías. El Dresdner ha visto en los últimos tiempos cómo era desplazado del número dos de la banca en Alemania por el HypoVereins Bank y corría el riesgo de quedarse compuesto y sin novia en la carrera de las fusiones desatada en Europa.La alianza con el Deutsche supone para el Dresdner una tabla de salvación que le permite embarcarse en un viaje de altos vuelos que, por sí mismo, no habría podido iniciar. Para el primer banco de Europa, el Dresdner es la pieza que le lleva a aumentar de tamaño en un mercado como el europeo que crece a pasos agigantados.
Dos dimensiones
La dimensión de uno y otro indica que la posición de partida de ambos es muy distinta. El Deutsche tiene unos activos de 839.000 millones de euros (139 billones de pesetas) y una capitalización de 54.000 millones (8,9 billones). El Dresdner tiene unos activos de 411.000 millones de euros (68,5 billones de pesetas) y una capitalización de 30.000 millones (4,9 billones de pesetas) obtenida en parte gracias a que la entidad se encuentra desde hace meses en el centro de todos los rumores sobre fusiones en Alemania.
La compra el pasado verano del Bankers Trust, la apuesta que encaramó al Deutsche al primer puesto del ranking mundial (por breve tiempo, hasta la fusión en agosto del Fuji) hizo que multiplicase sus beneficios hasta los 2.628 millones de dólares en 1999, un 23% más que el año anterior. Cuenta con 7,5 millones de clientes y emplea a 92.000 trabajadores. El banco lidera, además, el sector de banca por Internet en Alemania, con 60.000 cuentas que operan a través de la red. El pasado febrero, el Deustche anunció un acuerdo con la compañía informática germana SAP para ofrecer servicios financieros.
Tras la fusión Deutsche-Bankers Trust y la de otras dos entidades financieras alemanas, el Hypo y el Vereinsbank, el Dredsner se vio desplazado del puesto número dos germano. Pese a todo, ha logrado mantenerse entre los 10 grandes de Europa, con 4,2 millones de clientes y 50.000 empleados. Es, además, un banco rentable: en 1999 alcanzó un beneficio de 1.170 millones de dólares, un 59% más que en 1998.
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