Aznar define a CC como "una fórmula del pasado" y avisa a CiU de que cambiará la Ley de Extranjería

José María Aznar se comporta ya como si hubiese ganado las elecciones, aunque trata de guardar las apariencias diciendo que los buenos pronósticos que le dan las encuestas le dejan "muy frío, helado". Al anuncio del sábado de que no volverá a pactar con sus ex socios del PNV mientras la formación de Xabier Arzalluz siga en el Pacto de Estella, ayer agregó advertencias a sus otros dos aliados. A CiU le avisó, con reproches encaminados al PSOE, de que reformará la Ley de Extranjería, aprobada en contra de su criterio. A Coalición Canaria la definió como una fuerza con "fórmulas del pasado y localistas".

El candidato del PP aprovechó ayer su presencia en Canarias, tierra tradicionalmente exportadora de emigrantes y receptora de turistas, para proseguir la argumentación esbozada la víspera en Almería sobre el problema de la inmigración. Recordó de nuevo que España ya no es aquel país pesimista y de emigrantes del pasado, sino uno de los mejores de Europa, "el más dinámico, competitivo y atractivo", al que viajan los mandatarios de otras naciones para copiar sus políticas. También constató que ahora los españoles que emigran son los ejecutivos de las grandes empresas que invierten en todo el mundo. No precisó nombres.Sobre la inmigración, Aznar reseñó que ése es uno de los nuevos problemas que hay que acostumbrarse a afrontar. Y enfatizó que un país con los precedentes migratorios de España "no tiene derecho a olvidarlo nunca y debe tratar con respeto a los que vienen aquí a trabajar". El jefe del Gobierno, que tanto se opuso a que saliese adelante la vigente Ley de Extranjería, señaló ayer que "la riqueza" actual de España "la hacen todos, vengan de donde vengan".

Pero inmediatamente utilizó todos estos argumentos para cargar contra el PSOE. Fue cuando afirmó, en un plural genérico dirigido tanto a los socialistas como a los otros partidos que apoyaron la Ley de Extranjería, CiU, CC y PNV incluidos: "No tenemos derecho a tratar desde la demagogia procesos que deben ser regulados". Y agregó: "Es más importante tener una buena ley que darse el gustazo de que el Gobierno tenga una derrota en el Congreso".

En una alusión, que no especificó, sobre los enfrentamientos racistas de la localidad almeriense de El Ejido, Aznar incluyó otro aguijonazo a sus adversarios: "Cuando esas cosas caen pasto de la demagogia es cuando se siembran conflictos para el futuro".

El líder del PP registró de nuevo que durante la pasada legislatura, cuyos hechos pregona a diario por toda España, sólo ha padecido dos graves derrotas parlamentarias: la citada de la Ley de Extranjería y la de la Ley de Humanidades. Aznar no sólo confesó ayer que no le importan ambos fracasos; avisó de que no se arrepiente de nada de lo hecho y de que retomará los dos proyectos en la próxima legislatura. Sobre la Ley de Humanidades, que tantos disgustos le ocasionó con su principal socio, CiU, ayer advirtió de que la pondrá en marcha porque entiende que "el sistema educativo debe transmitir una serie de valores y de creencias". Es decir, según Aznar, lo que marca la "diferencia entre un ser humano y una máquina".

A Coalición Canaria la habían denostado, primero y por su nombre, los anteriores oradores del PP,especialmente María Bernarda Barrios, candidata por Las Palmas y José Manuel Soria, presidente regional del partido. Aznar fue más sutil al señalar que en las sociedades abiertas "no valen las fórmulas del pasado ni las localistas, sino la orientación de un proyecto global de España en la UE".

Por otra parte, unos 150 miembros de la Plataforma de Defensa de la Ría de Arousa intentaron ayer boicotear un mitin del presidente de la Xunta, Manuel Fraga, y el ministro de Cultura, Mariano Rajoy. Los manifestantes, que reclamaban el traslado de los depósitos de hidrocarburos instalados en el puerto de Vilagarcía, abuchearon y lanzaron huevos contra la comitiva oficial y permanecieron cantando en el exterior durante todo el mitin.