Una de las mujeres descuartizadas estaba embarazada de seis meses Los dos cadáveres hallados en La Vila recibieron 20 puñaladas

Las dos mujeres, cuyos cadáveres descuartizados fueron hallados el pasado jueves en tres bolsas de viaje abandonadas junto al arcén de la carretera N-332 en La Vila Joiosa, tuvieron una muerte atroz. La segunda autopsia revela que los asesinos les asestaron hasta 20 puñaladas, "algunas en el corazón", como confirmó ayer el delegado del Gobierno en la Comunidad Valenciana, Carlos González Cepeda. Los forenses también han comprobado que una de las víctimas estaba embarazada de seis meses.

Cepeda afirmó que todo apunta a que detrás de estas muertes tan cruentas se esconde alguna de las diversas organizaciones criminales que operan en la Costa Blanca y se enriquecen introduciendo en España de forma clandestina a mujeres procedentes de países con problemas económicos, sobre todo de Europa del Este, y explotándolas sexualmente en los clubes de alterne.El delegado recordó los últimos casos de redes de este tipo desarticuladas, como los más de 70 detenidos a finales de enero en clubes de Benidorm, Gata de Gorgos y Orihuela, o el medio centenar de detenciones efectuadas unas semanas antes en el club Nogal de Valencia.Cepeda ha ordenado a las fuerzas de seguridad que le den prioridad absoluta a la lucha contra las redes que trafican con inmigrantes en la Comunidad, tanto para la trata de blancas como para la explotación en tareas agrícolas.

Fuentes del caso sospechan que el avanzado embarazo de la mayor de las dos mujeres descuartizadas (tenía entre 25 y 30 años, según los forenses) pudo ser el detonante del asesinato: o bien porque la mujer pretendía huir de la red que la explotaba para que su hijo naciera fuera de ese ambiente, porque con ese embarazo había dejado de ser útil a los proxenetas, o porque se negaba a abortar. La otra mujer asesinada tenía entre 17 y 24 años.

Piel muy blanca

La investigación se ha centrado en las mafias rusas instaladas en la zona. De hecho, aunque las víctimas aún no han sido identificadas, el subdelegado del Gobierno en Alicante, Luis Garrido, dijo que tienen "un color de piel muy blanco, por lo que podrían ser de un país de Europa del Este".

Cepeda advirtió que será "una investigación lenta porque al estar decapitados los cuerpos será más difícil su identificación". Pero señaló que algunos de los restos hallados en las bolsas de viaje presentan "rasgos característicos que podrán llevar a determinar su identidad" y confirmó que algunos restos habían sido conservados en un frigorífico, por lo que "la muerte se produjo con bastante antelación".

Por suerte, las huellas dactilares de las víctimas están en mejor estado que las del cadáver descuartizado hallado hace un año en otras bolsas y maletas, junto a la misma N-332, en Altea. Aquel cuerpo aún no ha sido identificado.

De momento, el estudio de las huellas de las dos mujeres no ha arrojado resultados, porque carecían de antecedentes penales. Y el rastreo efectuado ayer por 50 agentes en la partida de Los Charcos de La Vila, donde fueron hallados los restos, tampoco ha permitido hallar más pistas, según Garrido.