PSOE e IU arremeten contra el "verticalista" Cuevas y afirman que sus críticas les benefician

Los dirigentes del PSOE e IU arremetieron ayer contra el presidente de la patronal CEOE, José María Cuevas, que el martes se enzarzó con el candidato socialista Joaquín Almunia a propósito del Tribunal de la Competencia. Tanto el líder del PSOE como el de IU, Francisco Frutos, identificaron a Cuevas con la derecha más dura. Almunia se alegró de que éste no le apoye y le calificó de "viejo verticalista convertido en funcionario de la patronal que nunca ha arriesgado su dinero". Frutos coincidió con el socialista José Bono en que la postura de Cuevas beneficia a la izquierda.

Almunia está "alegre" porque Cuevas no le apoya, como quedó claro anteayer en un acto con empresarios en Madrid. "Actuó como un funcionario de una patronal que no representa bien a los empresarios de verdad y actuó también como uno de los votantes y apoyos de Aznar", dijo Almunia en Pamplona. El candidato socialista quiso remachar que en absoluto está contra de los empresarios, a los que según él no representa "bien" Cuevas, sino que quiere que haya más. "Emprendedores, arriesgados, que quieren como yo la liberalización de los oligopolios que ahora tienen los amigos de Aznar".A Almunia le pareció especialmente chocante que el presidente de la CEOE se oponga a que el PSOE elabore una nueva ley de defensa de la competencia para que el Tribunal de la Competencia sea independiente del Ejecutivo. "Es sorprendente que Cuevas me diga que no quiero ser presidente del Gobierno porque confío en una institución política". "¿En quién hay que confiar, acaso en [Juan] Villalonga?", dijo Almunia en Pamplona, en referencia al presidente de Telefónica.

Si el PSOE gana las elecciones cambiará el Tribunal de Defensa de la Competencia "para fijar unas reglas que beneficiarán a los ciudadanos y a los empresarios, algo de lo que Cuevas huye", insistió Almunia. "Queremos que haya más operadores en el mercado que ahora está en manos de unos pocos oligopolios, y también deslindar el funcionamiento de la economía de mercado de los amigos de Aznar, que son de la misma categoría profesional que Cuevas".

El secretario socialista de Relaciones con los Medios, Alfredo Pérez Rubalcaba, añadió a Cuevas a los 11 amigos de Aznar, término acuñado por los socialistas para referirse a los presidentes de empresas públicas ahora privatizadas. El altercado del martes con Almunia -"Déjese de milongas", le espetó Cuevas- "es una impertinencia que le agradecemos profundamente en el PSOE", aseguró Rubalcaba. "Así sabemos quiénes son los aliados del PP".

"Recuerda al 23-F"

Con ese optimismo, José Bono, presidente socialista de Castilla-La Mancha, aseveró que "la grosería de Cuevas dio votos a Almunia". También el presidente de Extremadura, Juan Carlos Rodríguez Ibarra, arremetió contra Cuevas. "Es un vengativo", indicó antes de atribuir el incidente entre el dirigente patronal y Almunia a que el Tribunal de la Competencia "denunció por 39 millones de pesetas a Clesa, que preside Antonio Gil, mano derecha de Cuevas en la CEOE". El ex presidente del Gobierno Felipe González afirmó en un mitin en Plasencia que Cuevas, "no es un empresario sino un chupóptero del poder político". "Sigue siendo el mismo burócrata que hace 25 años, cuando estaba en el sindicato vertical", añadió González.

Frutos tiene claro que, con la patronal enfrente, IU tiene mucho que ganar. No obstante, le pidió "mesura y recato". "Ese 'coño' de Cuevas me suena a otro 'coño' que se pronunció en el [golpe de Estado del] 23-F", afirmó en Benicassim (Castellón). "Díganos qué coño piensa hacer con el Tribunal de la Competencia", retó Cuevas a Almunia. Frutos ironizó con la reacción de Cuevas ante un programa "muy modesto", como el que ha firmado con el PSOE: "¿Qué harían si IU tuviera la mayoría y aplicáramos nuestro programa?".

Pese a que el diputado de CiU Ignasi Guardans le afeó a Cuevas su comportamiento "impresentable" con Almunia, el presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, comprende que Almunia no inspire confianza a la patronal. Los socialistas "sin nosotros no hubieran practicado una economía productiva, CiU es la garantía de una política económica productiva frente a una política económica financiera", como la que practicó Carlos Solchaga, según él.

También el PP se mostró comprensivo con Cuevas, pese a que el portavoz del Gobierno, Josep Piqué, negó que su actitud suponga un apoyo explícito a su partido. "Lo que hizo Cuevas fue expresar su desconcierto por el programa de Almunia y creo que lleva razón", porque lo que se necesita "para seguir creando empleo es la certidumbre y no la desconfianza". Rodrigo Rato, ministro de Economía, avaló a Cuevas. "Es lógico que perdiera la paciencia al intentar en vano escuchar el programa del PSOE", dijo Rato.