Una pregunta cada tres segundos

La experiencia de Joaquín Almunia en El País Digital demostró que el candidato del PSOE está familiarizado con Internet. Pese a los nervios reinantes en la redacción por el estreno de una experiencia inédita en una campaña electoral en España, el candidato conservó la calma y asimiló con rapidez y disciplina la gestión del software que le permitió responder a las preguntas que le pantearon los internautas.No fue necesario esperar demasiado para comprobar que sería imposible atender todas las cuestiones de los lectores. En apenas tres cuartos de hora, justo en el tiempo previo al inicio del debate, 800 preguntas se habían amontonado ya en espera de la respuesta del líder del PSOE. En total fueron 1.500, lo que supone una media de una pregunta cada tres segundos, aproximadamente.

Una vez cerrado el debate, las máquinas que lo hicieron posible, alojadas en el servidor Inicia, contabilizaron 84.056 páginas servidas (accesos para consultar una página o número de veces que se consulta una página actualizada). La media de tiempo que cada internauta permaneció atento al desarrollo del foro fue de casi 15 minutos.

La rapidez con que llegaron las preguntas hizo practicamente imposible una administración ordenada de las mismas. No se recibieron intervenciones ofensivas o ajenas al objeto del debate, temor inicial que motivó la administración previa de las cuestiones planteadas por los internautas. Eso sí, alguno quisó aportar una nota de humor a la experiencia y preguntó a Almunia si había incluido en el programa del PSOE alguna solución para la calvicie.

La sobrecarga de internautas conectados a El País Digital provocó algún que otro desajuste técnico. Así, hacia las 13.35 horas, cuando ya el peloteo entre el candidato y los lectores se desarrollaba con fluidez, una caída del servicio hizo temer lo peor. Sin embargo, el fallo se subsanó en unos minutos y el debate se cerró sin más interferencias. Por la tarde, en la redacción de El País Digital se recibieron numerosos correos electrónicos. Unos, felicitando al periódico por la iniciativa; otros, quejándose por la lentitud de la conexión.