Aznar emplaza a Almunia a presentar su alternativa fiscal

José María Aznar desafió ayer al candidato socialista, Joaquín Almunia, a que presente una alternativa a su propuesta de reforma fiscal. "Nosotros ponemos las propuestas sobre la mesa y él no", dijo un Aznar triunfalista por el eco de su propuesta de reforma fiscal y retador con el PSOE, al que reiteradamente acusó de carecer de alternativa. "Estoy dispuesto a debatir mi proyecto, pero no sé con quién y sobre qué, y entonces las cosas se ponen complejas". También aludió a que el PSOE tiene un programa oculto, probablemente en alusión a su pacto con IU. "No enseñan el programa de verdad", señaló el líder del PP en línea con lo que horas antes había subrayado en Madrid el presidente de la patronal, José María Cuevas.

El candidato del PP y presidente del Gobierno, que ayer ofreció un mitin en el polideportivo municipal de Alcázar de San Juan (Ciudad Real), con 2.000 personas llenando el aforo, estuvo triunfalista, relamiéndose de su propuesta fiscal. Pero no ofreció ninguna propuesta nueva ni sobre dicha reforma ni sobre otras. Se limitó a realzar, ante una población rural, el impacto que su iniciativa para reformar los impuestos en la próxima legislatura tendrá en las clases más desfavorecidas. Si anteayer había denunciado el "mal estilo" del PSOE, ayer atacó a los socialistas por carecer de alternativas.Aznar siguió a conciencia el guión de su campaña: hacer propuestas un día y remachar al día siguiente con la descalificación de su principal rival, Joaquín Almunia. "Nosotros vamos a demostrar que se puede bajar dos veces los impuestos y su respuesta es no. Además de decir no antes y no ahora también, ¿se le ocurre algo? ¿Tiene una idea en la cabeza o no la tiene?", señaló en referencia a Almunia, al que ningunea durante la campaña sin citar su nombre.

Cerca de la cumbre

El triunfalismo de Aznar alcanzó ayer altas cotas, como cuando señaló que "ahora que estamos cerca de la cumbre, ¿nos van a proponer piruetas para volver a pedir más sacrificios? No lo vamos a tolerar", señaló en alusión a las manifestaciones de Almunia, quien defiende una mejor redistribución de la carga impositiva, en lugar de la bajada que defiende Aznar.

El líder del PP volvió a regodearse con la mirada en el pasado: "Ahora dicen que la reforma fiscal anterior no hay que tocarla y cuando la planteamos decían que había que subir los impuestos. No hay que hacer caso a los socialistas". Y aprovechó para indicar que con el PSOE llegó "el contrato basura" mientras "nosotros", dijo, "terminamos con esto y con otras basuras que había en el país, como la corrupción".

En este mismo tono desafiante, Aznar trató de afirmar la imagen de control de la situación: "Si intentan sacarme de mis casillas, fracaso rotundo. Soy deportista, sigo mi ritmo. En las cuestas me pongo el primero, pero no dejo que nadie me cambie el paso cuando defiendo los intereses de los españoles". "No hay ninguna razón", prosiguió, "para que no demos más prosperidad al país".

En esta línea, advirtió al PSOE de que "es muy difícil" o "casi inútil" sacarle de sus "casillas". "Si lo intentan durante estos días, tendrán un fracaso rotundo" porque "a mí nadie me cambia el paso cuando se habla de los intereses de los españoles", concluyó.

Los reproches al primer partido de la oposición fueron continuos. Aznar dudó de la "capacidad de gobierno" de Almunia y añadió que se negaba a escuchar "ninguna voz de la impotencia" o planteamientos desde un partido del que "no se sabe su programa, porque tiene diecisiete" o "no se sabe quién es el candidato". Fue ahí cuando retó a Almunia a que enseñe "su programa de verdad".

Pese a este tono tan triunfalista, alguna preocupación ronda en el equipo coordinador de la campaña. Ayer mismo los estrategas del PP decidían reforzar con nuevos mítines de Aznar la campaña del 12-M. Desde hoy y hasta el final, el candidato del PP tendrá dos actos diarios. El refuerzo se centrará en Andalucía, donde las encuestas apuntan que el PSOE está cerca de la mayoría absoluta en las elecciones autonómicas