Joan Clos da luz verde al proyecto de Ciutat del Teatre diseñado por Lluís Pasqual
El alcalde de Barcelona, Joan Clos, dio ayer luz verde a la Ciutat del Teatre, el gran centro escénico en la falda de Montjuïc que compondrán el actual Mercat de les Flors, los nuevos Teatre Lliure e Institut del Teatre -ambos en fase final de construcción- y un edificio (Edifici Fòrum) por construir que albergará servicios comunes. Finalmente, la Ciutat del Teatre se hará según el proyecto encargado al director teatral Lluís Pasqual, un proyecto que había levantado polémica y del que parecía dudar el propio Ayuntamiento. En un golpe de efecto que sorprendió a propios y extraños, Clos expresó ayer su conformidad con el plan de Pasqual y marcó los plazos para su desarrollo.
Clos subrayó que el Ayuntamiento acepta el proyecto de Pasqual, en su doble vertiente urbanística y artística, y lo calificó de "extraordinariamente atractivo". Señaló que Pasqual "ha entendido perfectamente" el encargo. Dijo que en otros lugares de Europa se acometen proyectos semejantes y manifestó: "Queremos estar en esta movida. Barcelona, que quiere ser una capital europea de la Champions League, debe acometer también este proyecto". El calendario de la Ciutat del Teatre, tal y como lo especificó el alcalde, aparece marcado por las sucesivas fiestas de la Merçè hasta el año 2002. El próximo septiembre se inaugurará el curso en el nuevo Institut del Teatre. En el mismo mes del año próximo arrancará la primera temporada del Lliure en el Palau de l'Agricultura, su nueva sede. Y en septiembre de 2002, se podrá trasladar a los vecinos del bloque de pisos que es preciso derribar para que sea una realidad la gran plaza central de la Ciutat y para construir el edificio Fòrum, una pieza esencial en el proyecto de Pasqual. Ese edificio se construirá entonces en la siguiente fase, en el año 2003. Clos dijo que sería "ideal" tener la Ciutat para el 2004 y el Forum de las Culturas.
El alcalde consideró que hay tiempo pues para ir "esclareciendo" a fondo el funcionamiento de la Ciutat mientras se van poniendo en marcha sus elementos. Pero recalcó: "A mí, la propuesta teatral de Pasqual, con sus programas, me interesa personalmente, creo que es una buena propuesta".
Consorcio
Clos anunció la constitución de un consorcio con la Diputación de Barcelona -responsable del Institut del Teatre- para hacer avanzar el proyecto en la nueva etapa que comienza ahora, tras la aprobación del plan de Pasqual. El director de ese consorcio será Josep Montanyès, persona vinculada a la vez a la Diputación y al Teatre Lliure. El alcalde anunció también que se le ha pedido a Lluís Pasqual que siga vinculado al proyecto formando parte de la comisión asesora del consorcio que se creará y que estará compuesta por sólo cuatro personas. Aquí Clos de nuevo tuvo otro gesto para Pasqual al apuntar que el director ha de jugar "un papel esencial" en el seguimiento del proyecto.
Sorpresa, pues, en el tema de la Ciutat del Teatre. El Ayuntamiento de Barcelona ha dado un giro copernicano, a tenor de lo expresado ayer por Clos, en la que parecía ser su postura de insatisfacción hacia el proyecto realizado por Pasqual.
En todo caso, la aceptación del proyecto significa el verdadero pistoletazo de salida para un equipamiento, o más bien una suma de equipamientos -con media docena de salas teatrales- destinados a constituir un importantísimo polo teatral que cambiará radicalmente la fisonomía de toda una zona urbana y la oferta escénica de la ciudad.
La sorpresa ayer saltó desde el principio. Inicialmente sólo estaba prevista la presencia del primer teniente de alcalde, Xavier Casas, y del regidor de Cultura, Ferran Mascarell, quien siempre se ha mostrado muy crítico con el proyecto de Pasqual y que hace apenas diez días consideraba en una reunión con representantes del mundo cultural que el proyecto de Pasqual no era válido. Pero a la hora de comenzar la rueda de prensa aparecieron también el alcalde y Pasqual.
Clos anunció: "Lo que queremos es hacer avanzar este proyecto con una nueva etapa, que se desarrollará desde ahora hasta el otoño de 2002". Lo primero, especificó, va a ser la constitución del consorcio con la Diputación de Barcelona y el nombramiento de director de ese consorcio (Montanyès, la persona del Lliure que, significativamente, se ha encargado del día a día en el complejo proceso de construcción de la nueva sede del teatro). Asimismo, se aprobará en el pleno del Ayuntamiento de marzo el plan especial que dará luz verde a la construcción de 47 viviendas que permitirán el traslado de los vecinos que actualmente ocupan el bloque de pisos que ha de derribarse para construir el nuevo edificio de la Ciutat. Dicho edificio, el Edifici Fòrum, todavía por diseñar arquitectónicamente, se alzará para cerrar la plaza de Margarida Xirgu, a la que se asoman el Mercat, el Institut y el Lliure, en lugar del bloque de pisos actual, que impide homogeneizar y racionalizar ese núcleo central de la Ciutat. También en un primer momento se comenzará la construcción de un aparcamiento para la Ciutat del Teatre. En el siguiente pleno del Ayuntamiento, en abril, dijo Clos, se modificará el plan general metropolitano para retocar las zonas verdes en el conjunto de la Ciutat.
Clos se refirió a la necesidad de buscar financiamiento para las obras de la Ciutat -las nuevas sedes del Institut del Teatre y el Lliure tienen su propia financiación- y avanzó que, además del acuerdo con la Diputación, pedirán la colaboración de otras instituciones (Generalitat y Ministerio de Cultura).
Transformar Montjuïc
El alcalde subrayó la importancia de la operación urbana en la que se inscribe la Ciutat del Teatre. "La Ciutat se enmarca en la transformación de Montjuïc, con la ampliación del MNAC, los accesos a Casaramona y la remodelación de toda la Anilla Olímpica hasta el castillo".
Añadió que la Ciutat juega un papel importante por ella misma y asumió otra de las premisas de Pasqual: la de que "ha de haber una cierta tranquilidad de tránsito", a su alrededor. Clos señaló el déficit de Montjuïc en cine y recordó que el proyecto de Pasqual contempla que una fachada del Edifici Fòrum funcione como pantalla cinematográfica.
Sobre el panorama teatral de Barcelona, el alcalde dijo que habría que conseguir que "una parte de la oferta fuera interesante para los que nos visitan".
"Réplica inesperada"
Lluís Pasqual pareció ayer el primer sorprendido ante las palabras y la actitud de Joan Clos. Lo evidenció al manifestar: "El autor que más he tocado, aparte de Lorca, es Chéjov; él te enseña que después de que hable un personaje la réplica que viene no es nunca la que te esperas. Ésta es una réplica inesperada". Pasqual, que acabó sonriendo y posando ante los fotógrafos mientras se daba fuertes y repetidos apretones de manos con el alcalde, señaló que él se acercó a la Ciutat del Teatre "como Clos, que es médico, a la política: yo vine a hacer un dictamen médico". Y continuó: "Yo no poseo la verdad; si la Ciutat ha de ser posible lo debe ser con un consenso muy general, y requiere mucho tiempo, y reflexionar mucho". Pasqual señaló que proliferan en Europa complejos teatrales como la Ciutat. Dijo que el Lliure, dado que no irá a la nueva sede hasta otoño de 2001, continuará el año próximo en su sala de Gràcia. El director recalcó que su propuesta de concentrar el teatro infantil de la Ciutat en el Mercat de les Flors no significa poner este espacio en segundo término en el complejo.
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